lunes, 4 de abril de 2011

Mujeres y política. Feminicidio, galopante misoginia

Soledad JARQUIN EDGAR

Desde principios de la década pasada las organizaciones no gubernamentales de Oaxaca iniciaron lo que se llama seguimiento hemerográfico del fenómeno del feminicidio. Dos hechos detonaron las protestas de las mujeres organizadas, una por la libertad de un asesino a ocho meses de su encarcelamiento un 23 de diciembre de 2004, “gracias” un programa gubernamental y de la empresa Telmex, debido la “buena conducta” de quien en marzo de ese mismo año había asesinado a su esposa en la población de San Francisco Lachigoló. El otro en marzo de 2006, por el feminicidio de una joven en Xoxocotlán y la negativa del gobierno estatal a reconocer el creciente fenómeno en Oaxaca. De manera paralela la Cámara de Diputados federal había iniciado la investigación del problema que demostraba que no sólo se concentraba en Ciudad Juárez, Chihuahua, sino que estaba en todo el país y que tendría por tanto que ser atendido por el Estado.


La semana pasada otra mujer fue asesinada en Oaxaca, lo que nos lleva a recapitular sobre esta tragedia humana que está relacionada de forma directa con el desprecio a la vida de las mujeres, es decir, tiene componentes como la misoginia, el sexismo y el machismo, entre otros. Lo peor es descubrir que en estos primeros cuatro meses de la nueva administración -diciembre de 2010 a marzo de 2011-, el feminicidio ha alcanzado a 19 oaxaqueñas.


Con los datos del seguimiento hemerográfico que de manera puntual hace Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, que dirige Ana María Hernández Cárdenas, podemos establecer un comparativo de lo que ha sucedido en esos mismos cuatro meses de los seis años anteriores. Lo que podemos decir es que nunca antes habían ocurrido tantos feminicidios en ese mismo lapso de diciembre-marzo, donde efectivamente también se deduce cuantitativamente que se cometieron poco más o poco menos de la tercera parte del total de asesinatos contra mujeres por ser mujeres. Exceptuando diciembre de 2005 y marzo de 2006, cuatrimestre en el que la cifra llegó a 16 y al final del año representaron el 42 por ciento del total de feminicidios cometidos entonces.


Con los resultados que tenemos hasta hoy, tendremos que señalar la responsabilidad del nuevo gobierno que encabeza Gabino Cué. Es su obligación atender de manera inmediata el problema y debió hacerlo desde el 1 de diciembre, evitando la impunidad y castigando a los responsables, amén de muchas otras tareas que circundan este problema, de lo contrario el mensaje seguirá siendo equivocado para los depredadores, aún cuando actúen en conjunto o de manera individual.


La desatención indica una cosa: la historia tiende a repetirse. El indefendible Ulises Ruiz Ortiz, ex gobernador de Oaxaca, no hizo lo propio aún cuando durante su periodo gubernamental se crearon instancias de gobierno para atender la problemática, sólo que esas instancias como la Fiscalía para la Atención por Delitos por Violencia de Género contra la Mujer, nunca recibieron los recursos suficientes para operar y mucho menos para investigar los hechos. Lo peor de todo, es que a las dos fiscales se les marginó y ni siquiera atendían los asesinatos de mujeres. El sí pero no de siempre.


También en la anterior Legislatura hicieron reformas y se crearon nuevas leyes, las cuales como alguna vez afirmó Eufrosina Cruz Mendoza, actual diputada del PAN, esas leyes carecían de dientes, tarea que ahora tendrán que resolver en la LXI Legislatura de la que es parte Cruz Mendoza. Los bonitos enunciados de las leyes no alcanzan el grado de delitos. Ya terminó su primer periodo y no tocaron ni una palabra del tema, mientras tanto la violencia contra las mujeres sigue creciendo, la muestra está ahí: 19 mujeres han sido asesinadas en los últimos cuatro meses, lapso que es al mismo tiempo los primeros cuatro meses del gobierno aliancista.


Si tomamos sólo unas cuantas líneas de la definición que sobre feminicidio hace la doctora Marcela Lagarde y de los Ríos, quien como diputada externa del PRD llevó el tema a la Cámara Federal y planteó la urgencia de atender el problema “que es un fractura del Estado de Derecho que favorece la impunidad”, citó que el feminicidio se consuma porque las autoridades omisas, negligentes, o coludidas con agresores ejercen sobre las mujeres violencia institucional al obstaculizar su acceso a la justicia y con ello contribuyen a la impunidad. Impunidad que es un permiso para matar, como han señalado feministas, académicas y algunas funcionarias federales. Gabino Cué tiene la grave responsabilidad y hay que operar mecanismos que garanticen lo que dice la Ley General de Acceso a una Vida Libre de Violencia para las Mujeres.


Violencia que se traduce de diferentes maneras. Tras las elecciones, todavía algunas mujeres siguen peleando su derecho a ser incluidas en los cabildos y tienen todos los argumentos legales para hacerlo y no se les permite. Un hecho concreto es el de Magali García, quien no ha tomado protesta como concejala porque simple y sencillamente al alcalde perredista de Zaachila, Adán López Santiago, no se le da la gana y, peor todavía, hay una serie de ataques encaminados a menospreciar a esta joven por ser priista, pero sobre todo por ser mujer. El misógino alcalde es asesorado por Giovanni Vásquez Sagrero, quien por lo visto está en todo, pues también “asesora” a la diputada del PAN, Marlene Aldeco y al munícipe de Oaxaca de Juárez, Luis Ugartechea, además de ser un sedicente “comunicador”, entre otras actividades, que en lugar de ayudar a los gobiernos aliancistas los perjudica.


Esta metamorfosis política está provocando graves daños en muchas personas. El cambio prometido es más lento de lo esperado, sobre todo por la gran expectativa que sembraron. Frente a ello, lo que ya se ve urgente es el cambio de algunos políticos que más que compromiso social tienen compromisos personales y demasiadas ambiciones, lo que los lleva a transmutarse o tal vez vuelven a su realidad. Tal parece que la percepción del gobernador Gabino Cué, en el sentido de que los malos habían quedado fuera del poder y que los que antes eran malos porque servían a los gobiernos priistas, al entrar al gobierno aliancista se volvieron buenos, muy buenos. La realidad es que esa percepción ha quedado sin ningún tipo de sustento en algunos casos.


O Cué toma riendas en el asunto o seguirá el golpeo interno que ya es evidente en los medios de comunicación hasta donde han llegado las filtraciones no con el afán de informar sino con el fin de desprestigiar. Hay muchos funcionarios que no quedaron conformes con lo que el “cambio democrático les dio” y siguen empecinados en lograr el objetivo, otra silla en la estructura de gobierno, aunque para ello se lleven entre las patas de los caballos la “imagen” del gobierno aliancista, pero sobre todo la falta de eficacia. Muchas palabras y nada de nada.


Ya tenemos más de cien días de gobierno y la gente no percibe nada. La razón, desde la visión de quienes ahora son gobierno, es que no han podido arreglar el cochinero que les dejaron, lo cierto es que el sueño de llegar al poder y aplicar el método de la varita mágica no da ningún resultado. Y lo peor, reitero, es que la inconformidad crece por dentro y por fuera. En tanto que los problemas reales, como la falta de seguridad pública, aunado a la carestía –que sí podría ser global- empieza a ser lacerante para la ciudadanía. Hace apenas dos semanas decía que la inseguridad pública ha tocado las puertas de conocidos, hoy empieza a tocar las puertas de nuestras propias familias de manera dolorosa.


O Gabino Cué actúa o algunos de adentro le van a comer el mandado. O Gabino Cué actúa o algunos de adentro seguirán sin operar eficiente y eficazmente. Así de sencillo. Ya se acabó el tiempo de las amistades. Los tiempos de hoy son tiempos para dar resultados a la población que se merece un mejor gobierno, al menos el gobierno que prometieron.

A Reserva. Aguas con Ugartechea

Bárbara GARCÍA CHÁVEZ

Hace algunos días, oyendo una plática entre señoras de clase media acomodada, entre sus reclamos airados a lo mal que se vive en Oaxaca, por los continuos paros, bloqueos, regreso de ambulantes y todavía lo que vendrá con las consabidos rituales públicos de los días santos, me enteré que estaban pagando un dineral de impuesto predial y recolección de basura, algunas de ellas decían que los primeros meses del año, les atendían muy bien y hasta cafecito y galletitas les obsequiaba el gobierno del cambio, así por lo menos el sablazo no era tan duro, pero que ya ni café ni galletas y sí el cobro altísimo. Es igual, cual cambio, concluyeron.
Seguir los pasos del gobierno populista de Marcelo Ebrad en la capital del país, se ha vuelto al parecer objetivo político del presidente municipal Luis Ugartechea, siguiendo los pasos del gobierno estatal de la paz y el progreso; Gabino Cué, en diciembre pasado le ganó la plaza en territorio municipal con la pista de hielo, donde -a decir del propio gobernador en un evento de comunicación con perspectiva de género organizado por el IMO en palacio de gobierno-, cuando increpó a la periodista Soledad Jarquín, por aquello que escribió sobre los millones de pesos gastados en la famosa pista de hielo gratuita en la capital oaxaqueña y las dádivas de cobijas en las regiones más pobres-cualquier crítica, dijo Cué, de quien no le pareció mi pista de hielo no importó, cuando me informaron los miles de jóvenes felices que patinaron en ella-.
Ahora Ugartechea, quien no da pie con bola, militante del PAN, emulando al gobierno de izquierda ebradista, pues el populismo no tiene partido ni exclusividad, al parecer ha decidido salir personalmente a cargar criaturas y darles de beber a los sedientos, en una fecha de alto contenido religioso, eso sí que será valorado por la gente, seguramente le aconsejaron sus asesores, que en cuestión jurídica están negados, no así acciones mediáticas que le sumen puntos a su popularidad.
Con horror nos enteramos de la nueva ocurrencia, una idea sandia por decir lo menos, que anunció el primer concejal de la capital –el metrobus en las calles de nuestra ciudad- qué barbaridad ¿Será antes o después de los acuerdos con la sección 22? ¿Volverán a cerrar las calles del centro histórico y de las avenidas más transitadas que acaban de ser remodeladas y nos tuvieron al borde del colapso durante más de un año en la administración de los innombrables? Así es el populismo, incongruente con las verdaderas necesidades de la sociedad, soez y hueco, a veces parece gracioso pero en el fondo es grosero, atenta a la más indispensable lógica y ofende la inteligencia.
Por otra parte, este gobierno aliancista sigue esquemas indudablemente conservadores; la intolerancia y el desprecio a quienes consideran inferiores se refleja en la falta de políticas públicas con perspectiva de género, dejando a las mujeres y a los más desprotegidos en manos de la beneficencia, fortalece el señor Ugartechea en complicidad con la instancia federal de SEDESOL a su partido, implementando programas de dádivas a cambio de su adhesión a los agentes o administradores de agencias municipales que desde la Regiduría de Agencias y Colonias disponen. No hay nada nuevo, el cambio quedó en neutral y, a veces, hasta en reversa.
Cuando Luis Ugartechea todavía en campaña, en alguna ocasión platicando frente a varias personas, comentó que él se identificaba más con el entonces presidente de Brasil Lula que con Felipe Calderón mismo o cualquier otro mandatario de derecha, que incluso era incómodo en el PAN, afirmando ser un convencido socialdemócrata, por supuesto no lo es, no de la izquierda socialdemócrata, que tiene sus principios en el estado republicano, laico, basado en el bienestar general y fundamentado en la educación y el conocimiento, dentro de legalidad y el orden público, la transparencia y la rendición de cuentas.
¿Qué paso, no se aprendió la lección, presidente municipal Ugartechea? Ahora que dice que gobierna es fácil darse cuenta que no hay ideología, ni de derecha ni de izquierda, es sólo un empresario exitoso con aspiraciones de emperador. Para él es fácil gobernar, así lo hace, como camisa azul (citando la caracterización del polémico libro “Camisas azules manos negras” de Ana Lilia Pérez) obviando la ley y gastando el dinero público por millones, en contrataciones de despachos y corporativos externos, para que le acomoden las acciones y omisiones de su gobierno, porque considera que quienes trabajan en el ayuntamiento son incapaces y perezosos, como se ha expresado del personal de base sindicalizado. Pues capacite, aprendan juntos a gobernar.
Dar agua al sediento debería ser en sentido figurativo, una apología de lo que sí debe hacer. Acciones públicas con sentido de justicia.