miércoles, 29 de junio de 2011

Mujeres y Política. 211 días de impunidad

Soledad JARQUIN EDGAR

La suma se incrementa. La mañana de este miércoles 29 de junio eran 40 las mujeres asesinadas en Oaxaca en los primeros 211 días de la administración gubernamental de Gabino Cué.

La violencia contra las mujeres no tiene límites. La realidad nos supera y las sin-razones para asesinar mujeres no encuentran después de años de insistencia un sitio en las legislaciones, los organismos que operan eso que llaman procuración de justicia son omisos e incompetentes y los jueces dan penas menores a quienes asesinan mujeres o salen libres en sólo unos meses por “buena conducta”. Los hechos son contundentes, demostrables todos.

El resultado es lo que vivimos este día, a mitad de semana.

A 211 días del gobierno democrático, del gobierno de la transición, del gobierno que hace historia, del gobierno que acabaría con la indolencia, la corrupción y la impunidad, el fenómeno de la violencia es un discurso que deja en ese lapso de 211 días, 40 mujeres asesinadas según el reporte hemerográfico de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca.

En la última quincena de junio que termina, séptimo mes del gobierno aliancista, Gabino Cué se ha reunido en dos ocasiones con las mujeres organizadas. Una y otra vez las mujeres de Oaxaca han planteado, como si fuera “un rosario”, las faltas grandes y pequeñas en que incurre el gobierno estatal por no atender el problema de la violencia feminicida.

Hoy sabemos que la falta de atención, la omisión, la permisibilidad, la impunidad que permite el gobierno tiene 40 nombres, 40 vidas que han sido silenciadas, cientos de niñas y mujeres abusadas sexualmente y miles, sí miles, que de forma cotidiana sufren las otras violencias, todas las violencias que usted pueda imaginar y, peor aún, la tortura en torno a ellas se incrementa, los relatos periodísticos así lo reflejan.

Aunque en sus discursos, el gobernante en turno rechaza la tolerancia a la violencia contra las mujeres, la tolerancia cero no existe en Oaxaca. La cifra de mujeres asesinadas se incrementa con el paso de los días, no se inhibe y hay otros ejemplos como el hecho de que un ministerio público dejó en libertad al violador de una menor de edad, a pesar de que confesó su crimen y pareciera que nada pasa, el funcionario Julio César Vásquez Juárez sigue despachando en la agencia ministerial de Tlacolula, sólo que en este momento está gozando de sus merecidas vacaciones, un premio a la ineficiencia. Este no era el primer hecho oscuro del Ministerio Público, existen otras quejas sobre la forma de actuar de este “servidor” y de ellas escuchó ocho días antes el propio Gabino Cué y el procurador de Justicia, Jesús López. Vásquez Juárez, MP de Tlacolula, que no actuó conforme a derecho sino leyendo en sus propios códigos de misoginia y de machismo, que le dictan con frecuencia que la vida de las mujeres no vale nada.

Así, mientras el martes las mujeres discutían sobre el feminicidio, contribuyendo a la tarea gubernamental en esa corresponsabilidad a la que llamó Cué en la última reunión con organizaciones, dos mujeres más fueron asesinadas en Oaxaca, una aquí en la capital, la otra en Amoltepec, en la región de la Mixteca.

En tanto el gobernador, el procurador y la fiscal Ileana Hernández Gómez exponían sendos discursos en un encuentro internacional sobre trata de personas, las cuáles fueron nota principal en algunos diarios, dos mujeres más, una de 36 y otra 49 años fueron asesinadas, una ahorcada y arrojada en una vereda cerca de su propia casa. La otra recibió dos disparos.

Las palabras y las promesas se desvanecen frente a la realidad que nos revelan que detrás de esas promesas y palabras sólo hay inoperancia, consentimiento, ineficacia, incapacidad, impunidad, síntomas de una enfermedad que ha provocado 40 asesinatos y se llama permiso institucional para matar.