sábado, 27 de octubre de 2012

LA PORTADA: 59 AÑOS DEL VOTO Y 14 DE LAS CARACOLAS




Las Caracolas, suplemento de El Imparcial celebra en este número 14 años de existencia. No hay regalo mejor para nuestras lectoras que un poema de Gioconda Belli.

Y Dios me hizo mujer

Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.


¿YO FEMINISTA? GLORIA ZAFRA




¿Yo feminista?
Gloria Zafra, los retos del feminismo, mirar a las jóvenes
·      Las mujeres llegamos tarde a la política

Soledad JARQUÍN EDGAR
Gloria Zafra nació en la ciudad de México es hija de padres oaxaqueños y buscando sus raíces llegó a los 16 años a esta entidad, donde estudió preparatoria y más tarde Sociología. Tiene una Maestría en Sociología con Atención al Desarrollo Regional. Tiene un diplomado de Género en Investigación.
El descubrimiento de sus libertades la llevó a muchas rupturas personales y su decisión de estudiar la encontró con largas horas de soledad, en contraste durante mucho tiempo escuchó a las esposas de sus compañeros investigadores quienes le decían cuánto la envidiaban y admiraban porque ella tenía una beca, podía viajar y prepararse, entonces entendió que tenía una enorme responsabilidad social, con las mujeres y con ella misma.
Gloria Zafra es una académica tesonera a la que no le gustan las medias tintas, menos los trinquetes y es enemiga de la injusticia. Una feminista irreverente y congruente, una feminista con muchos principios, pero lo primero es ella misma y no es por egoísmo, sino porque sería incapaz de no pregonar con el ejemplo.
Preocupada propone que el feminismo debe mirar a los nuevos horizontes y a las nuevas generaciones, atender el entorno cercano y no sólo responder a los mandatos de organismos internacionales.
Con más de 20 años como maestra e investigadora de su alma mater la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Gloria Zafra ha puesto el dedo en el renglón con sus investigaciones que visibilizan el trabajo cotidiano de mujeres dedicadas a la elaboración de tortillas y una gran variedad de artesanas a lo largo y ancho de la entidad, con quienes entabla relaciones que perduraran por el resto de la vida y se convierte, además, en una promotora para ellas.
Con esas mujeres artistas, Gloria ha viajando por sus vidas individuales y comunitarias. Mientras las artesanas bordaban sus sueños en telas de algodón o tallaban sus aspiraciones en los barros multicolores, Gloria Zafra analizaba el contexto, el entramado de una sociedad en permanente transformación, atravesada por la pobreza o la migración y a veces por la migración y la pobreza, campo que en ellas resultaba tierra fértil para el nacimiento de una nueva mujer oaxaqueña, dispuesta a derribar muchos muros. Así, Gloria –la Gloria para la UABJO- las abordó siempre por lo mejor de cada una de ellas.
Pero hay otros temas que descubre y desmenuza, otros temas que vive recurrentemente, casi de forma cotidiana y a la que se enfrenta cuando en la soledad revisa los apuntes, los cuadernos con la información pendiente de llevar a un capítulo de nuevo libro: son las maestras y las políticas, con quienes se emociona y nunca deja de asombrarse.
Esos caminos la llevaron, desde marzo pasado, a ser la directora de Usos y Costumbres del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), sin duda un sitio donde puede mirar la entraña misma de los procesos electorales que se realizan en 418 municipios de Oaxaca, elecciones comunitarias donde las mujeres adquieren una dimensión distinta y protagonizan otras batallas.
Fue precisamente un contexto electoral, de derechos políticos de las mujeres, donde Gloria Zafra se descubrió feminista, la transición no fue difícil, la carga de lecturas hechas como parte de su formación y como Socióloga le habían inyectado esa inquietud y le habían provocado cuestionamientos constantes sobre la condición social de las mujeres. Algunos de ellos aún sin respuestas.
Ese encuentro lleno de claridad, como lo define, inició cuando fue invitada al Pacto para Consolidar la Equidad de Género (2003) por Norma Reyes Terán, un pacto en el que las mujeres buscaban potenciar su presencia en la política, con candidaturas en igualdad de condiciones y, por supuesto, para conmemorar los 50 años del reconocimiento de los derechos civiles de las mexicanas.
En el Pacto se encontró con otras mujeres de reconocida trayectoria, de gran pluralidad política, académicas, comunicadoras…mujeres que empiezan a reflexionar sobre sus derechos políticos, sus rezagos y necesidades. Porque si algo tiene claro es que las mujeres llegaron tarde a la política.
“Entonces yo me pregunto ¿hablo a nombre de…o hablo por mi? Ahí, no era la estudiosa, la que hace su distancia y dice: allá las mujeres y yo acá, observando. Pero luego pensaba y si me preguntan ¿usted quiere ser política, quiere ser diputada o gobernadora? ¿Qué les iba a decir? ¿Acaso iba a responder que venía a hablar por las que sí aspiraban? Tuve que hacer una reflexión y por supuesto analicé mi resistencia, porque no me había pensado como mujer política”.
Incluso –añade- con otras funcionarias del Instituto de la Mujer Oaxaqueña había reflexionado sobre el Pacto, porque como mujeres, como feministas o como académicas no nos habíamos planteado estar en política, por eso (las mujeres) llegamos tarde, porque el planteamiento era mejorar nuestras vidas, transformarlas, ser sujetos sociales.
Por eso la política llega en un tiempo histórico, en el cual al feminismo y a las académicas les costó trabajo decidir, sobre todo, porque la política no estaba bien, la política era mal vista, porque era para beneficio personal, no tenía prestigio ni calidad moral, porque el país tampoco traía una tradición larga multipartidista porque durante muchos años un solo partido gobernó: el PRI, mientras el PAN tenía una lucha de muchos años y el Partido Comunista había sido reprimido…no había muchas opciones (para las mujeres), por eso estar en política no se veía bien, cuando pensamos en política de inmediato se pensaba en el PRI de la corruptela, del beneficio.
Gloria Zafra libera sus cuestionamientos y sostiene que la llegada tardía de las mujeres a la política favoreció que ellas no tomaran las decisiones sobre las políticas públicas o los programas, sobre cómo gastar el presupuesto, la priorización de obras, todo el poder lo habíamos dejado a los hombres, no porque ellos fueran los malos sino porque así había sido.
Pero las cosas cambian cuando nos damos cuenta que sí nos afecta la forma en que han hecho las cosas. Entonces nos damos cuenta que debemos estar donde se toman las decisiones, donde se planean, donde se hacen las políticas públicas y por supuesto teníamos que participar en política.
Gloria Zafra responde a sus cuestionamientos y acepta que decide hablar por ella misma. 10 años más tarde, sostiene que después de la intervención de Pacto de mujeres hay un notable avance, en específico más mujeres ocuparon desde entonces los mandos medios y superiores dentro de la estructura gubernamental y hay más mujeres en los cargos de elección popular.
Sin embargo, aclara, que es necesario reconocer que no es lo que queremos o tal vez no compartimos la ideología ni los puntos de vista. Incluso, cuestiona el hecho de que las mujeres en esos cargos públicos o políticos, “no reflexionen sobre el peso y la importancia de que otras mujeres hayamos luchado y que antes de nosotras hubo otras que lucharon porque ellas estén hoy en esos sitios”. Pero eso, sentencia, es otra cosa. Lo inocultable es que hoy, hay más mujeres en el espacio de lo público.
Acuciosa lectora, refiere a una investigación de Alian Touraine, quien cuestiona a 160 mujeres para ver qué sucedió con el feminismo europeo y apunta que ahí está, pero siempre las queremos ver organizadas o articuladas. Touraine pregunta a las mujeres sobre sus vidas como feministas y como políticas…lo más fantástico es que descubre cómo a pesar de todo lo que una mujer hace, incluyendo casarse y tener hijos, es que reafirman ese “yo quiero ser…”
Ahí, dice la maestra investigadora del IISUABJO, encuentro a las mujeres que “han querido ser” y que solas luchan por alcanzar sus objetivos y se quedan solas y están dando la batalla y todo eso a pesar de cómo yo las quiera mirar.
Por eso, sostiene que es importante evidenciar sus aportaciones, sus luchas, en especial a las que han llegado gracias a nosotras, a nuestras madres y a nuestras abuelas. Considera que es histórico el hecho de que una mujer haya sido candidata a la presidencia de México (Josefina Vásquez Mota), independientemente de nuestros temores sobre lo que hubiera pasado con nuestros avances si ella hubiera ganado las elecciones.
Ahora, plantea la ex directora del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la UABJO tenemos que luchar porque las que lleguen tengan una visión que permita una vida de reconocimiento, de realización de nosotras las mujeres para nosotras mismas, primero que nada, y luego como consecuencia para nuestras familias y para la comunidad.
Gloria Zafra, quien es integrante del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem),  sostiene que uno de los problemas para el reconocimiento de las mujeres es que la sociedad, aún se mueve en los esquemas del patriarcado y en el caso concreto de la participación política, propone preguntarnos si las vías son las adecuadas, las correctas, las más fructíferas, analizar porqué las propuestas no han tenido todo el impacto esperado, y también en el sentido de reconocernos diversas y plurales, porque en la medida en que queremos imponerle al otro cómo pienso, cómo vivo, cómo es la forma en la cual me parece que tendría que ser, no llegaremos a ningún lado, eso es lo que tendría que estar en la mesa de discusión y también tendríamos que analizar si realmente estamos atendiendo las problemáticas más sentidas o estamos siguiendo modas, mandatos. Tenemos que analizar para qué estamos en redes, en organizaciones, cuáles son nuestros planteamientos y cuánto contribuimos a nuestras transformaciones, sin perder de vista que pequeñas contribuciones son sustantivas, más retadoras del status quo.
A lo largo de más de 20 años, Gloria Zafra ha sostenido una relación de permanente interacción con las personas más jóvenes, lo cual le lleva a plantear que posiblemente una de las razones por las cuales el feminismo no encuentra eco es porque insistimos en formas que no responden a lo que las juventudes están viviendo y asegura que está preocupada por el grave problema que representa el embarazo adolescente y la discapacidad de infantes por falta de información de madres y padres que a sus 17 años están condenados a vivir con un niño o niña con discapacidad porque la mamá no tomó ácido fólico, porque ocultó su embarazo y porque nadie le planteó la posibilidad de un aborto.
Sí, añade, debemos aprovechar los recursos para las campañas que se mandatan desde organismos internacionales, pero también hay cosas que tenemos que visibilizar, conocer, dilucidar y tratar de transformar.

CELIA RAMIREZ PÉREZ, PRIMERA ABOGADA OAXAQUEÑA




Celia Ramírez Pérez, una mujer diferente
* Falleció la primera abogada del Intituto Autónomo de Ciencias y Artes del Estado

Soledad JARQUÍN EDGAR
El próximo 7 de diciembre, Celia Ramírez Pérez cumpliría 96 años, sin embargo, falleció el 24 de julio en la ciudad de México. Ella fue la primera abogada egresada del Intituto Autónomo de Ciencias y Artes del Estado, actual Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. En su memoria, recupero algunos datos publicados en el libro Mujeres de Oaxaca, editado en 2011 por el municipio de la capital oaxaqueña. 
Celia Ramírez Pérez concluyó sus estudios en 1940 y presentó el examen profesional en 1944, 110 años antes hizo lo mismo el primer abogado egresado de esa institución: Benito Pablo Juárez García.
En los años cuarenta no era común que las mujeres fueran a la universidad, un tanto porque prevalecía la idea que  no debían estudiar una carrera universitaria, pues su “papel” se circunscribía a la familia. A pesar del ambiente hostil, Celia Ramírez Pérez no claudicó.
Su padre fue Manuel Ramírez Santos, maestro normalista y regidor en el gobierno de Oaxaca de Juárez, y de su madre Virginia Pérez Oceguera. El primero era masón, la madre era Protestante. Ella, contra lo que establecía la regla, trabajó fuera de casa desde muy joven y era una excepcional jugadora de golf, pasatiempo que disfrutaba en los campos de don Guillermo Brena, siendo ya abogada del Poder Judicial.
Su paso por las aulas universitarias estuvo plagado de dificultades por ser mujer, pero nunca estuvo dispuesta a claudicar. Entre sus compañeros recuerda a Carlos Lira, Antonio Jiménez Galán, Fernando y Alfredo Castillo, Martín López Rito, Luis Castañeda Guzmán, todos ellos reconocían en ella buena memoria y dedicación para el estudio, ganándose el apodo de “El fonografito”.
Celia se casó con el doctor Álvaro Sánchez cuando aún no se titulaba. A escondidas de su esposo y suegro -que también era médico- escribió su tesis profesional cuando esperaba a su segundo hijo, para ello contó con la ayuda de los secretarios del Instituto, Manuel Castro Rivadeneyra y Refugio Colmenares “Cuquita”, quienes le ayudaban enviándole libros de la biblioteca.
Sin decir nada a nadie, Celia Ramírez Pérez presentó su examen profesional un 25 de julio de 1944, el título de Abogado de los Tribunales de la República fue expedido el 7 de mayo de 1948, siendo director del Instituto Autónomo de Ciencias y Artes del Estado, el licenciado Heliodoro Díaz Quintas.
En 1947, la abogada Celia Ramírez Pérez, quedó viuda con un hijo y una hija, entonces es designada agente del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justcia adscrita al Juzgado Segundo de lo Civil, siendo este su primer trabajo como abogada.
Como abogada litigante Celia Ramírez fue pionera en Oaxaca, las personas se desconcertaban con frecuencia, pues no era común que una mujer ejerciera la abogacía en los años cincuenta, lo que la llevaba a sitios donde ellas no eran vistas de manera común, como una comisaría.
En una ocasión sus servicios como abogada fueron requeridos por una conocida suya que en ese tiempo regenteaba la zona roja de la ciudad,  lugar que se conocía como “El Pueblito”, pues un grupo de sus abonadas había sido remitido a la comisaría. Como ya era noche, Celia se puso cualquier par de zapatos, un abrigo y sin ver su arreglo salió apresuradamente. Con el cabello recién pintado y que casualmente era del mismo color de su abrigo, se presentó en la Comisaría e hizo los trámites convenientes para que salieran las señoras. Sin embargo, Celia comprobó que la justicia es “ciega”, cuando al retirarse, el policía de guardia la detuvo negándole la salida en tanto no le mostrara “su boleta de liberación”.
En la década de los cincuenta fue una de las fundadoras de la Escuela Secundaria por Cooperación, actualmente escuela secundaria José Vasconcelos.
En su currículum destacan los cargos de: Directora del Registro Público de la Propiedad, Directora del Archivo General de Notarías y Registro Público de la Propiedad, Jueza Segunda Penal, Jueza de lo Familiar, Jefa del Departamento Jurídico de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito del Estado, al tiempo que impartía clases en el Instituto Tecnológico de Oaxaca, hasta su jubilación.
Sus hijas Elisa Sánchez y Leticia Ricárdez consideran que su madre, Celia Ramírez Pérez, fue una mujer extraordinaria, adelantada a su tiempo que enfrentó con valor inusitado dificultades impuestas por la el contexto social del  momento.
“Hoy es obligatorio que las mujeres profesionistas firmen y actúen con su nombre completo, sin atender a su estado civil. Pero mi madre, Celia Ramírez enviudó poco tiempo después de presentar su examen profesional. Cuando le fue entregado su título  firmó como Celia Ramírez viuda de Sánchez. Años más tarde,  tramitó la expedición de su cédula profesional que fue emitida recogiendo los datos de  su título. Sin embargo, para entonces, Celia había contraído matrimonio con el profesor Rafael E. Ricárdez, de modo que el encabezado de su cédula  indica que se trata de Celia Ramírez viuda de Sánchez, pero  al calce se lee la firma Celia R. de Ricárdez”. Por lo tanto, Celia contaba con dos identidades en la misma cédula profesional debido a que firmaban según su estado civil.
“Pero no podemos aún dar por terminada esta historia, años después, estando casada en su tercer matrimonio con el Licenciado Germán Ortega Torres, hubo de realizar algunas diligencias a efecto de acreditar que se trataba de la misma persona que ahora firmaba como “Celia Ramírez de Ortega”, señalan sus hijas.
Desde el año 2002, la abogada Celia Ramírez Pérez radicaba en la ciudad de México con sus hijas, rodeada de nietos y nietas, siendo para ellos un ejemplo de vida, una vida “adelantada a su tiempo”, como decían las compañeras de colegio de sus hijas quienes la admiraban porque era distinta a otras mujeres de su época.
Hace poco dos años, cuando la entrevistaba para el texto que escribí para el libro Mujeres de Oaxaca, Celia Ramírez Pérez continúa preocupándose e indignándose al leer noticias que parecen resultado de la injusticia social, considera que el estudio y la preparación son elementos fundamentales para el desarrollo de las mujeres y aseguraba que “la conciencia de su propia dignidad” es vital para no permitir que se ejerza violencia en ellas.
En marzo de 2010, la regiduría de Equidad y Género, precidida entonces por Bárbara García Chávez, le otorgó el reconocimiento de Ciudadana Distinguida, acto al que acudió acompañada de su numerosa familia.






DERECHOS POLÍTICOS, UNA BATALLA LEGAL


Derechos políticos, una batalla legal para las mujeres


“Si una mujer entra a la política, cambia la mujer,
 Si muchas mujeres entran a la política, cambia la política”.
                                                                                  Michelle Bachelet


Bárbara GARCÍA CHÁVEZ
El camino en la defensa de los derechos políticos-electorales de las mujeres, cruza necesariamente, por el avance normativo en materia de derechos humanos. En el plano del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, México ha firmado y ratificado por lo menos 47 tratados internacionales en materia de derechos humanos.
En México hay avances constitucionales como la modificación del título primero: “De los Derechos Humanos y sus garantías” y el esablecimieno de obligaciones de las autoridades en materia de derechos humanos en el ámbito de sus competencias. Los derechos humanos estaba almárgen del texto constitucional, lo que ponía a Mexico entre uno de los países de América Latina verdaderamente atrasado. Esta reforma que modificó 11 artículo es una de las más significativas en los últimos años en la medida que reconoce a los derechos humanos como fundamento del orden jurídico nacional, contemplando inclusive aquellos derechos humanos que están contenidos en los tratados internacionales.
Marco jurídico internacional
El marco jurídico internacional de los derechos políticos de las mujeres está sustentado por tres convenciones internacionales y un pacto:
La CEDAW que establece que tomarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la vida política y pública del país. Por lo que ellas podrán a) Votar en todas las elecciones y referéndums públicos y ser elegibles para todos los organismos cuyos miembros sean objeto de elecciones públicas; b) Participar en la formulación de las políticas gubernamentales y en la ejecución de éstas, y ocupar cargos públicos y ejercer todas las funciones públicas en todos los planos gubernamentales; y c) Participar en organizaciones y en asociaciones no gubernamentales que se ocupen de la vida pública y política del país.
La Convención sobre los derechos políticos de la mujer que establece el derecho de las mujeres a votar, a ser electas y a ocupar cargos públicos en igualdad de condicions que los hombres.
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que en su artículo 25 especifica que todos los ciudadanos gozarán, sin ninguna distinción y sin restricciones indebidas, de los siguientes derechos y oportunidades.
Y la convención interamericanal sobre concesión de los derechos políticos a la mujer, que de forma puntual establece en el Artículo 1 que el derecho al voto y a ser elegido para un cargo nacional no deberá negarse o restringirse por razones de sexo.
Marco Jurídico Nacional:
El Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales en su Artículo 4, punto 1: norma que el voto en las elecciones es un derecho y una obligación que se ejerce para integrar órganos del Estado de elección popular. También es derecho de los ciudadanos y obligación para los partidos políticos la igualdad de oportunidades y la equidad entre hombres y mujeres para tener acceso a cargos de elección popular.
El Artículo 25, punto 1, e): La declaración de principios invariablemente contendrá, por lo menos:La obligación de promover la participación política en igualdad de oportunidades y equidad entre mujeres y hombres.
Artículo 219: De la totalidad de solicitudes de registro, tanto de las candidaturas a diputados como de senadores que presenten los partidos políticos o las coaliciones ante el Instituto Federal Electoral, deberán integrarse con al menos el cuarenta por ciento de candidatos propietarios de un mismo género, procurando llegar a la paridad. Quedan exceptuadas de esta disposición las candidaturas de mayoría relativa que sean resultado de un proceso de elección democrático, conforme a los estatutos de cada partido.
Artículo 220: Las listas de representación proporcional se integrarán por segmentos de cinco candidaturas. En cada uno de los segmentos de cada lista habrá dos candidaturas de género distinto, de manera alternada.
Sistema de Cuotas de Género
En octubre del 2004, sólo 24 de los 32 estados en nuestro país contaba con algún tipo de disposición normativa que hiciera consideraciones sobre la representación de género.
La  reforma electoral del 2007 elevó las cuotas de género del 30 al 40 por ciento, lo anterior produjo un aumento de casi cuatro puntos porcentuales en la proporción de candidatas a diputada federal (de 35 por ciento en 2006 a 38.9 por ciento en 2009).
La mayoría de las candidatas uninominales en distritos sujetos a la cuota de género son nominadas en distritos que pueden considerarse como electoralmente débiles: en la elección federal de 2009, 176 de las 249 candidatas de mayoría relativa del PRI, PAN y PRD fueron postuladas en distritos perdedores.
Sentencias relevantes
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Del 2006 a la fecha, el TEPJF ha dictado 30 sentencias en materia de género relativas al derecho a ser votada, destacando aquellos asuntos relativos al acceso a un cargo y a las cuotas de género.
En la sentencia JDC-461/2009 se aclaró que la regla de alternancia se refiere específicamente al orden en que han de colocarse las candidaturas en la lista de representación proporcional (plurinominal). Dicho orden de las candidaturas en razón del género debía ser repetida y sucesiva, intercalando, individualmente consideradas, candidaturas de un género seguido de otro distinto (hombre/mujer o mujer/hombre).
En la sentencia de los juicio de protección a los derechos políticos–electorales del ciudadano. Expedientes: SUP-JDC-12624/2011 y acumulados, se determinó que para la integración de las listas de candidatos de los partidos a los diversos puestos de elección popular, en particular para diputados y senadores, tanto de mayoría relativa como plurinominales, es necesario elevar la cuota de 30 a 40 por ciento, remitiendo las reglas de su aplicación a los estatutos de cada partido.(sin que lo obstaculice alguna forma de elección directa o indirecta impuesta por la normativa de los partidos políticos)
De acuerdo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación el marco normativo nacional e internacional, sujeta a los Estados a garantizar los derechos humanos, incluidos los políticos y electorales.
De acuerdo a los pronunciamientos de la Corte, la justiciabilidad y eficacia de los derechos, tiende al mejoramiento de las condiciones de vida de la sociedad y al desarrollo de cada persona en lo individual.
La clara violación por parte de los partidos políticos al no llevar a cabo los mecanismos que garantizan el acceso a las mujeres a participar en la vida política del país en igualdad de oportunidades con respecto a los hombres, demuestra la falta de responsabilidad e ineficacia del Estado mexicano por cumplir con los compromisos internacionales y con su propia normativa interna.
Es necesario que el Estado mexicano garantice el respeto de estos derechos, de manera que, las mujeres estén en posibilidades de exigir el ejercicio de sus derechos político-electorales y no sigan enfrentando los obstáculos que los partidos políticos han diseñado para evadir el cumplimiento de la ley.