lunes, 31 de diciembre de 2012

Mujeres y política, una embarcación naufraga




Mujeres y Política
Una embarcación naufraga

Soledad JARQUÍN EDGAR
Medir el peso de las acciones realizadas por el gobierno estatal a favor de las mujeres al finalizar el año 2012, da un resultado negativo porque es evidente que faltó contundencia a tantos dichos, que como palabras que eran, terminaron siendo arrastradas por el viento.
Como en otros sectores, en la burocracia del género la caminata del gobierno de las cuotas y amigos es hacia atrás, no da resultado alguno, la realidad inscrita en altas cifras de violencia feminicida y feminicidio es la más clara y evidente prueba de la inexistencia de políticas públicas que se reflejen en la vida de las mujeres.
A excepción de aquellas acciones de caridad que se empeñan en efectuar para las siempre “pobrecitas mujeres”, como las madres jefas de familia, a través de la Secretaría de Desarrollo Social que después de una infernal tramitología les otorga el beneficio de tres meses de “beca” o ayuda cada mes de mil 500 pesos, lo que se gasta Gerardo Albino en una sentadita a comer solo; el DIF estatal “apoya” en comunidades rurales e indígenas con cocinas comunitarias, donde ellas (las mujeres) deben cocinar para sus hijos e hijas, fortaleciendo roles y costumbres del cuidado; y el Instituto de Capacitación para el Trabajo que las “capacita” para que con el tiempo consigan un trabajo casi siempre mal pagado o abran un changarro, en realidad el Icapet debería capacitar a los ineptos funcionarios.
El problema de Gabino Cué ha sido pagar deudas electorales con cargos públicos. Por cierto, muy curioso porque todo ello ha sido al estilo priista, ese sistema que tanto se aborrece pero que sirve de bandera engañabobos para llegar al poder, pero ningún cambio será posible en tanto quienes no cambien sean los actores principales y a río revuelto los beneficiados son los egresados del viejo régimen ahora militantes de otros partidos o gobernantes encumbrados por otros partidos de izquierda o de derecha, como el caso del gobernador de Oaxaca graduado con honores en la escuela más vieja del sistema político: el PRI, aunque se empeñen en decir lo contrario.
Así que inspirado por el pago de cuotas y con acuerdos poco claros frente a la ciudadanía, pero que buscaban tener un tinte democrático, las oficinas de gobierno se llenaron de militantes, activistas, académicos y de entusiastas soñadores que buscaban cambiar la realidad de Oaxaca, pero que pronto se vieron envueltos en la soberbia del buen sueldo, el chofer y la camioneta, la emoción de una oficina con baño para ellas y ellos solitos, la secretaria o el secretario particular, el poder de mandar a otros y otras, los reflectores de la prensa cómoda y servil dispuesta a publicar sus dictados sin cuestionarlos para finalmente en poco tiempo perder el piso y con ello el objetivo, lo que nos remite al final poético que dice que la vida es sueño, parafraseando el título del interesante poema de Calderón de la Barca.
Y como decía mi abuelita Lucha “del dicho al hecho hay un enorme trecho”, resultado: la percepción del que encabeza el grupo y de quienes lo rodean en la burbuja es que todo va viento en popa y, por otro lado, muchas decepciones ante un Oaxaca que se derrumba entre malos administradores, una permanente violación a los derechos humanos, actos de corrupción tan parecidos o iguales a los que cometieron los famosos ladrones del pasado y lo imposible de ocultar: la ineptitud y falta de capacidad para gobernar. De todo ello, no escapan quienes ejecutan las políticas públicas a favor de los derechos humanos de las mujeres.
Sin duda, Perla Woolrich Fernández, quien tiene sobre sus hombros la enorme tarea de hacer que la casa opere sin tanta corrupción, se encuentra, atribulada con la chamba y algo se le escapa: mirar la viga en el propio ojo. No es para menos, la secretaria de la Contraloría y Transparencia Gubernamental está ocupadísima en que sus perros de caza persigan a los que ya se fueron y que sin duda se llevaron todo lo que pudieron, pero pierde de vista los manotazos que le meten a las arcas públicas los del gobierno del cambio, porque los perros de caza no son tan bravos como parecen, eso sí ladran mucho y ya sabe lo que dicen sobre el tema: perro que ladra no muerde.
A pesar de los pocos dientes que ha mostrado hasta ahora, Perla Woolrich tiene una enorme tarea por realizar en algunas instituciones gubernamentales y de eso no escapa el Instituto de la Mujer Oaxaqueña, que “opera” programas federales y donde no hay posibilidades de enderezar el barco que empieza a naufragar.
La titular Anabel López Sánchez, pago de cuota y activista de grupos feministas, se desentiende de la oficina, solo parece estar para hacer apariciones públicas en medio de aplausos y flashazos, cuando se trata de resolver problemas desaparece, “los delega” a un segundo nivel, una funcionaria menor que hace las veces de subdirectora, coordinadora de programas, responsable de la Unidad de Prevención y Atención a Víctimas de Violencia de Género y de todo cuanto tenga que ver con el IMO, nada se mueve sin su consentimiento.
Del otro lado, las usuarias, trabajadoras y prestadoras de servicios encuentran una enorme pared que resulta imposible de pasar, nada que ver con la política de puertas abiertas que prometieron con el gobierno del cambio y que revela que las burbujas son como la hierba mala donde quiera nacen. Por eso digo que las mañas se aprenden rápido.
Las usuarias encuentran una apretada agenda. Sí requieren atención “pronta y expedita” lo que encuentran es una cita con la abogada o psicóloga 15 días después, están saturadas, con personal a medio sueldo, enojo permanente que ha terminado en un rosario de despidos, muchos injustificados; otras han laborado por meses, finalmente les dicen que no les podrán pagar, si pelean ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje tienen toda una serie de artimañas para decir que “a esa señora ni la conocen”, a pesar de que a “esa señora” sí la conocen, porque no sólo fue usuaria sino que se comprometió con la condición social de las mujeres y en alguna ocasión la propia titular del IMO, Anabel López Sánchez, le dijo “que bueno que estás con nosotras”.
Poco le duró el gusto, porque la “subdirectora” le pidió su renuncia, el problema es que su jefa inmediata también había sido despedida. Después de ser “perdonada” por intervención de una tercera persona, le prometieron que le pagarían el 15 de diciembre, terminó el año sin pago del tiempo que trabajó. En estos días sigue la cortadora de cabezas en el IMO y es tal la situación que se ha dado el caso de que cuando una empleada ya no es necesaria ni siquiera las dejan pasar a las oficinas, muy indignante sin duda.
Finalmente, tenemos el caso de las prestadoras de servicios, llamadas consultoras, quienes son contratadas a invitación de la titular del IMO para llevar a cabo programas como el de Apoyo a Instancias de Mujeres de las Entidades Federativas (PAIMEF) o el de Fortalecimiento a la Transversalización de la Perspectiva de Género. Las contratadas hacen su trabajo y después tienen que “bajar” a la corte celestial para que les paguen, porque la administración en manos de Elena Espina Cruz es tortuosa, está llena de mentiras, de dichos que luego se contradicen y lo peor alguno que otro pecado digno de que la administración federal a través de Indesol empiece a investigar, lo mismo que la Contralora del estado, porque hay mar de fondo.
Para realizar estos trabajos por supuesto que hay un contrato de por medio, pero el IMO lo incumple con la mano en la cintura. Por un lado el proyecto que era A termina en Z, nada que ver con la propuesta inicial. Pero hay más sorpresas, un proyecto se divide entre tres instancias: dos asociaciones civiles y una tercera que a veces es el propio IMO y otras otra instancia de gobierno federal. Después el cronograma de acciones no se cumple tal cual porque siempre hay “detalles” que resolver. Luego cuando viene el proceso de pago que debería ser en tres emisiones a lo largo del proceso pero no pasa nada porque señalan que es la Secretaría de la Contraloría la que todavía no valida el proyecto; segundo acto que Secretaría de Finanzas no les entrega el dinero, se lo jinetea; tercer acto que los recibos no son los correctos, pero no se preocupe nadie ya lo resolveremos, “hay formas”; cuarto…décimo y hasta el infinito número de actos la inigualable promesa: ya les vamos a pagar… días que se vuelven meses y meses que terminan con un año y nada de nada. ¿Y finalmente qué creen? Se dan cuenta que empezaron por el final y terminan por el principio con la firma de un acuerdo entre el IMO y la institución con la que operó el programa, eso sí se anuncia a todo pulmón, que se escuche. Ver para creer. O sufrir para creer.
Sin duda, se trata de mala administración o de buenas intenciones que resultan malas, porque no sólo lo parecen, resultan malas en todo sentido humano. Lo cierto es que los bonos de confianza que las activistas del género y académicas (exceptuando algunas de su consejo consultivo nombrado recientemente) empieza a perderse en el abismo de una desmedida actitud protagónica que contrasta con malos tratos y falta de eficiencia y como dicen algunas mujeres podemos esperar que en otras instituciones nos maltraten y pisoteen los derechos y nuestra dignidad, pero no en el Instituto de la Mujer Oaxaqueña, donde se esperaría otro trato y parafraseando a otra gran poeta, Rosario Castellanos, (esperaríamos) otro modo de ser y de hacer las cosas.
En conclusión 2012 y las políticas de género dejó malísimos tratos en el IMO a usuarias, empleadas y prestadoras de servicios; en salud las cuentas no son alegres, 42 muertes maternas hasta octubre pasado, un promedio de 200 defunciones por cáncer cérvico uterino al año, unas 90 muertes por cáncer de mama y en el tramo de la injusticia: 79 asesinatos de mujeres en 2012 hasta este sábado de los cuales ni el 20 por ciento se “concluyen” y varios miles de casos de violencia sexual, física, psicológica, porque si algo brilla por su ausencia es una estrategia real, eficiente y comprometida para favorecer la condición social de las mujeres.
Las cifras hablan por las muertas y las víctimas de la violación constante a sus derechos humanos. Eso sin contar las muchas atrocidades contra activistas y defensoras de derechos humanos. Sin duda, en la burocracia del género, insisto, el saldo es negativo, muy negativo.
Y ya saben: mis mejores deseos para este 2013 es que disfruten de la libertad, de todas las libertades, que la felicidad también es un ejercicio de libertad y que está en nuestras manos ejercerla y cuidarla siempre.
www.caracolasfem.blogspot.com

A Reserva, un gobierno dadivoso...declaraciones



A Reserva
Un gobierno dadivoso…declaraciones y comunicados

Bárbara GARCÍA CHÁVEZ
Llega el fin de año y los ánimos se exacerban cuando por costumbre se tiene en este tiempo hacer un recuento del año y  revisar los saldos de lo que atañe a cada quien y al grupo al que se pertenece. También claro, se hacen listas de lo que se espera hacer en el año venidero y, por supuesto, casi seguro que habrá regalos que son casi siempre menos de lo que esperamos recibir, sobre todo cuando quien los da solo cubre un trámite de cortesía y los buenos deseos se traducen en intenciones que incluso, a veces, ni siquiera se vislumbran como realidades.
Es el caso de los gobernantes, por lo menos de muchos de ellos, como pasa en Oaxaca, que en su aspiración de comportarse políticamente correcto, el gobernador al parecer dio la orden expresa a sus funcionarios –en masculino, porque hay que recordar que en su gabinete no existen las mujeres, salvo claro, la contralora del estado, la excepción-, y todos están muy apurados en mostrar sus “logros” a través de los medios de comunicación como regalitos navideños o la lista de sus buenas acciones del año que termina, o los buenos deseos que aseguran se volverán acciones en el año venidero, desfachatadamente esperan si no quedar bien con el pueblo al que “gobiernan” por lo menos no quedar tan mal.
Los intereses políticos suelen hacer piruetas y maromas en estas fechas de esperanza y tolerancia; los actores del quehacer público se derraman en falacias y promesas, entre ellos intentan competir en acciones inciertas o cuando menos inconclusas o disfrazadas, pretendiendo que exista lo inexistente por el solo hecho de su publicación, lo que resulta aún más impúdico y afrenta la inteligencia social.
Pudiera pensarse que todas estas declaraciones mediáticas que resultan embustes públicos no son inocuas, mantienen un alto grado de perversidad política mezclada con oscuros intereses electorales e insanos objetivos en la permanencia del poder; no se debe olvidar que el 2013 en Oaxaca, otra vez, habrá elecciones.
Bastaría revisar la prensa escrita y los medios electrónicos para corroborar lo dadivoso del gobierno estatal y hacer de tripas corazón al contrastar con la realidad que en Oaxaca se percibe desde la ciudadanía común.
Hace algunas horas fue publicado un boletín más del director general del Instituto Estatal de Educación para Adultos, Rogelio Rodríguez Ruiz, en el que afirma “… este año logramos superar en más del 23 por ciento, en comparación con 2011, la atención educativa, lo que nos permite avanzar de manera sostenida en el combate del rezago educativo en la entidad". Siento contradecirlo, la realidad es que Oaxaca ocupa el tercer lugar nacional por el número de personas analfabetas (16.9 por ciento), sólo superado por Chiapas y Guerrero, de acuerdo con el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM, el porcentaje nacional de analfabetismo es de 6.31 para hombres y 8.89 para mujeres, pero en Chiapas, Guerrero y Oaxaca es superior al doble. Otra mala noticia es que los porcentajes de analfabetismo han permanecido casi estáticos a lo largo de una década: 40 por ciento varones, 60 por ciento mujeres.
Por cierto, en relación a las últimos y exageradas declaraciones del gobernador referente a su mentado e inocuo año de la no violencia contra las mujeres, ocurrencia a la que se unió la “independiente” directora del IMO, Anabel López Sánchez, hay que señalar que en Oaxaca continúa  la deserción escolar femenina, las causas son la desigualdad y están también relacionadas con la condición de género, una muy común entre las adolescentes y jóvenes es el embarazo, y la otra más frecuente es la violencia.
De la Secretaría de Desarrollo Social y Humano comunica  que “…las principales aportaciones de cada uno de los proyectos se han direccionado a fortalecer la cohesión social, las formas de organización, empleo, igualdad entre hombres y mujeres, y la transferencia de conocimientos, con el propósito de detonar y mejorar la calidad de vida de cada una de las comunidades beneficiadas", parece que las organizaciones sociales no opinan lo mismo, sobre todo aquellas que de alguna manera son críticas del gobierno actual, o bien las que no pertenecen a los partidos aliancistas, sino ¿por qué las contínuas manifestaciones? Asimismo, los programas para mujeres son absolutamente inequitativos y revisten grados de conservadurismo conceptual que requisitan a las beneficiarias con criterios discriminadores.
Tal vez las declaraciones más indignantes son las que se refieren al programa “bienestar” “…La estrategia de asistencia social Bienestar, considerada como la columna de la política social en la administración del Gobernador Gabino Cué Monteagudo, ha beneficiado a la fecha a un millón 400 mil oaxaqueñas y oaxaqueños en situación de vulnerabilidad, destinando para ello una inversión superior a los mil 400 millones de pesos…”
No puede referirse más que a su manoseado programa de uniformes gratuitos, en la que da cuenta haber entregado un millón 950 mil uniformes, además de 500 mil paquetes de útiles escolares en cinco mil 981 escuelas. Lamento contradecir sus cifras engañosas, el recuento es incorrecto, lo que se entregaron fueron vales para uniformes, que cuando se pretendían canjear los afortunados concesionarios entregaban lo que a ellos les parecía que la madre beneficiada podía aceptar; es decir, a quien se veía más necesitada, en consecuencia más vulnerable, se le engañaba, defraudando sin ningún escrúpulo a la usuaria y por supuesto al estado que no implementó ninguna medida de vigilancia y control; un regalito más pero para el empresario amigo.
Y qué decir de las publicaciones recientes que alardean de la seguridad en el Oaxaca, llagan a grados prosaicos al afirmar que estamos en los primeros lugares de estados seguros, no son sino declaraciones chanflonas e insultantes, cuando es sabido que más de la mitad  de la población, o sea las mujeres, hemos vivido estos dos últimos años en las peores circunstancias de inseguridad, como lo afirmó la misma funcionaria federal, titular de la Conavim que ha estado codo a codo con el gobernador en Oaxaca, alentando sus ocurrencias y ahora da cifras escalofriantes, resultado de estadísticas formales  “…De acuerdo al Estudio de los Factores que Producen y Reproducen la Violencia contra las Mujeres, elaborado en el primer semestre del 2012 por la Comisión Nacional Para la Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres de la Secretaría de Gobernación Oaxaca, Guerrero y Chiapas se ubican en los primeros lugares a nivel nacional de violencia estructural hacía las mujeres. La violencia está presente en Oaxaca y se ve reflejada en estado civil, social, religión, edad, condición étnica..”
Y si hablamos de la inseguridad en el ejercicio del quehacer periodístico, que muestra una faceta más de la inseguridad que se vive en Oaxaca, que según cifras de la ONU ocupa los primeros lugares en agresiones contra periodistas. La seguridad entonces es un asunto pendiente, otra promesa sin cumplir.
Lo que sí es bien cierto y lo probamos día a día, sobre todo en las calles de la capital oaxaqueña haciendo un buenaventura politic-tour, que empieza por el palaciego centro de la alta burocracia, lugar donde dicen que trabajan algunos funcionarios en ostentosos aposentos, recientemente remodelados con maderas finas y lujosos tapices, ahí se mueven y disponen las preferidas del monarca Cué y se deciden los destinos del pueblo, no sin antes haberse clasificado en primera, segunda y tercera clase… mujeres e indígenas son aparte.
No debe faltar  la visita a las calles de la reconocida agencia San Felipe del Agua, donde altos funcionarios, los de antes y los de ahora,  compran sus terrenitos y residencias que se evalúan en decenas de millones de pesos, de ahí desde sus nuevas y fachendosas mansiones, rodeadas de guaruras y equipadas con alta tecnología, pueden observar a quienes consideran su conquista, el linaje inferior.
Según el pasado informe de gobierno de Gabino Cué, la pobreza en Oaxaca disminuyó el 20 por ciento, dato sin sustento serio, y el que solo se presenta como muchos otros datos que informa, sin referentes que den certeza, pretendiendo como los dogmas que aspiran al acto de fe; lo que si aumentó sin recato es la petulancia insólita con la que actúan los muy cercanos al gobernador, esos millonarios habilitados funcionarios por obra y gracia del compadrazgo con el gobernador ciudadano, el del cambio, dan cuenta de los primeros dos años de administración y la tremenda plus valía en beneficio del secretario de Salud Germán Tenorio Vasconcelos; Gerardo Cajiga Estrada,  secretario de Finanzas, Jorge Castillo Díaz, ahora representante del gobierno de Oaxaca en México; Alberto Vargas Varela, secretario de Administración; José Zorrilla de San Martín, secretario de Turismo y Economía; Marco Tulio López Escamilla, secretario de Seguridad Publica; Netzahualcóyotl Salvatierra López, titular de la Secretaría de Infraestructuras y el Ordenamiento Territorial, todos ineficaces servidores públicos que han adquirido para ellos, familiares y amigos lujosos vehículos blindados, casas en Oaxaca y en el extranjero y hasta cambiaron de aviones por unos más recientes, esa es la primera clase política de Oaxaca en el gobierno de la paz y el progreso.
Los funcionarios de segunda o de medio pelo como los nombra una influyente secretaria palaciega, son los que se denominan izquierdosos, de las filas del PRD, MC y PT, revolucionarios arrepentidos o cuando menos bien acomodados luciendo largos abrigos “soviéticos y fumando costosos habanos adquiridos en su reciente viaje a Cuba, bajando fastuosamente de sus nuevas y potentadas camionetazas blancas; funcionarios grises y opacos, cuestionados por propios y extraños y que sin duda resultan de pena ajena: Lenín López Nelio y Daniel Juárez López.
Esos son para las y los oaxaqueños los obsequios y las promesas que nos regalan desde el gobierno del cambio, el que no trasciende ni permea en la democracia, del que se esperaba tanto y solo ha asegurado decepción y desesperanza. Empieza otro año y no queda más que el beneficio de la duda…
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