lunes, 26 de agosto de 2013

Mujeres y Política La soledad y la desolación


Mujeres y Política
La soledad y la desolación

Soledad JARQUÍN EDGAR
Luis Ugartechea Begué es como esos empresarios que un día deciden meterse a políticos, cansados de los políticos de siempre. La espiral de su llegada fue el último soplo del efecto producido por las malas decisiones del sexenio fallido del priismo oaxaqueño, es decir, el gobierno de Ulises Ruiz, considerando todas sus catastróficas e impías consecuencias.

Además, quedó claro, el aún presidente municipal de Oaxaca de Juárez, es de esos empresarios empecinados en creer que es lo mismo dirigir “una empresa”, “un changarro”, “un negocio” o “una industria” que estar en la administración pública (aquí, hay que aclarar, salvo contadas excepciones, son pocos los que saben cómo se mueve el abanico, aún cuando lleven sangre vasca en las venas como es el caso).

La alternancia es deseable, más no aquella cuyos costos se reflejan en los resultados, primero, consecuencia de la improvisación y el desconocimiento, insisto. La actitud asumida por Ugartechea denota demasiado pronto el aburrimiento del juguete que la ciudadanía le regaló al joven empresario en las elecciones de 2010.

Él acostumbrado a disfrutar de las mieles de sus ganancias, habituado a tomar largas vacaciones en la tierra de sus ancestros en el viejo mundo, pronto se desilusionó frente a la realidad que significa gobernar Oaxaca, se desinfló más rápido que un globo de cantoya en pleno vuelo y a pesar de todo, soportará hasta el último día. Mala suerte la nuestra.

Las burbujas de la alternancia.

Poco después de la mitad de la década de los noventa, el último tramo del siglo XX, comienza a escribirse la historia de la alternancia en Oaxaca y eso tendrá costos irreversibles, imperdonables e incuestionables, que se sumarán a todas las barbaridades que por años cometieron los otros, los de siempre y a quienes la ciudadanía no estaba dispuesta a darles más oportunidades, no, al menos en los siguientes nueve años.

Así llegó el PAN al poder municipal en la capital oaxaqueña, Pablo Arnaud, “tendero de telas”, como le llamó entonces Porfirio Muñoz Ledo lo que causó toda clase de monerías en los corrillos políticos. Y para sorpresa de todos ganó las elecciones, arrebatándole el triunfo nada más ni nada menos que a David Palacios, tío del entonces gobernador de Oaxaca, el priista Diódoro Carrasco Altamirano, quien había puesto algo más que al tío en ese camino.

Y como no se aprendió la lección, la ciudadanía que apenas sufragaba en los comicios municipales, le dio su voto de confianza al locutor Alberto Rodríguez, el “Güero Chepete” quien hizo campaña política desde un micrófono y se sumó el segundo trienio para el olvido, entre yerros y novatadas.
El tercer periodo, que pasó de azul a naranja fue para Gabino Cué, el actual gobernador de Oaxaca, quien a jalones y estirones hizo poco más que los otros, habría que reconocer, pero que ejerció un último año de ese trienio en una especie de gobierno intermitente que también dejó efectos graves. Ahora como gobernador sufre por la deformación del espectro que tiene enfrente y, como dice la frase común, no le encuentra la cuadratura al círculo ni la “o” por lo redondo. Es decir, no es lo mismo que lo mesmo.

El principal efecto grave tras el trienio gabinista fue dejar el poder municipal en manos del compadre de su “enemigo acérrimo”, Ulises Ruiz. Esta vez en la persona de un funcionario de medio pelo que supo acomodarse, Jesús Ángel Díaz Ortega, cuyo sonoro apodo no me gusta repetir. Con él y con José Antonio Hernández Fraguas sumaría el PRI otros dos trienios en la ciudad de Oaxaca, indiscutiblemente más años a los muchos ya perdidos en esa inacción inobjetable que se refleja hacia donde usted ponga la vista. Trienios de flojera, de aburrimiento, de inconsistencia, de incapacidad, de apatía, de vicios, de corrupción y por supuesto de promesas que no se cumplieron jamás.

Ya lo decíamos, el efecto 2006, el hartazgo de las burbujas de los mandos de gobierno priista, hicieron posible de nueva cuenta la alternancia. Y otra vez la corta memoria no operó. Nadie se acordó de los resultados entregados por los gobiernos de los Partidos Acción Nacional y Convergencia, hoy Movimiento Ciudadano. Una especie de amnesia se apoderó del electorado que repitió la historia de llevar al poder municipal a un empresario que gustaba de la buena vida, el bonachón Luis Ugartechea Buegué que al aproximarse su final como gobernante no se relaja sino por el contrario se perfila hacia la amargura y la frustración y se nota en lo público. Ya empezaron los despidos, más gente a las calles de un Oaxaca abrumado por la inestabilidad social de una entidad que se nota en toda su expresión en la capital para castigo, incluso, de quienes aquí “viven”.

¿Cuáles son entonces las consecuencias del desgano, de la pérdida de interés frente al juguete que las y los votantes le dieron a Ugartechea? Ahí están al frente de cada vivienda, al abrir la puerta, en las banquetas rotas que rompen tobillos o que simple y sencillamente son imposibles de caminar sin tropiezos.

Se nota la pereza de las autoridades en la tala inmoderada de árboles y en su nula inventiva para emprender acciones de educación ambiental eficientes y eficaces, eso no existe. De recordar que Ugartechea autorizó la apertura de una tienda en un predio devastado, un ecocidio en la colonia Reforma, la misma que por la presión social había llevado al anterior gobierno municipal a no autorizar.

Se refleja en la odiosa anarquía vial, no sólo por la construcción de obras como el paso a desnivel del puente 2000-12, como se le conoce popularmente, o lo que sigue cocinándose ahí, sino también por todo lo que se sufre cuando queremos llegar de un lugar a otro, unos sobre otros, porque a las autoridades se les olvida que la educación vial es permanente. Y cuando en educación no se invierte el proceso se revierte. El mayor ejemplo está en la educación pública en los niveles básicos.

Se nota la negligente actitud de las autoridades que se volvieron ciegas ante problemas tan sencillos y tan cotidianos, también por ausencia de educación vial, como el apartado ilegal de lugares para estacionarse que lo mismo se aplica para el presidente, para un funcionario que para un comercio, lo que es arbitrario e ilegal por la forma en que se hace: cubetas, cajas de madera, sillas viejas, banderolas y cadenas; pero cuando una o un ciudadano lo solicita por todas las de la ley, el gobierno de la ciudad responde por escrito que eso no está permitido en Oaxaca de Juárez. Vivir para contarlo, digo, parafraseando a don Gabriel García Márquez.

La incapacidad se nota en un gobierno cuando lo que hay es el crecimiento desmedido del ambulantaje, la forma en que los líderes vivales le ganaron la calle a la ciudadanía, al transeúnte, a las personas con alguna discapacidad física; reflejo sólo y únicamente de la falta de oficio político y, otra vez, quienes perdimos fuimos la clase gobernada. Consecuencias más graves, profundas e irreversibles para Oaxaca. Ya está, no es lo mismo hacer comida y venderla, que tener un gobierno y gobernar.

Oaxaca no es una postal que oferta iglesias y museos, ferias del mezcal o guelaguetzas al turismo. No, Oaxaca de Juárez es la ciudad donde habitan miles de personas donde su autoridad no se inmuta ante los hoyancos, las alcantarillas pestilentes y la fauna nociva que prolifera por todos lados y de la que nadie habla.

Se llama incompetente a quien carece de capacidad para resolver con eficacia algo…y eso le pasó a Luis Ugartechea Begué y a gran parte de su equipo, y peor aún se llama corrupción cuando la ciudadana no tiene voz frente a un problema donde se privilegia al que tiene poder y dinero, como la apertura de un comercio sin permiso de cambio de uso de suelo y consentir arbitrariedades, aún a pesar de las protestas del vecindario, sin que la autoridad se moleste en molestar (valga la redundancia) a quien ha infringido la ley a todas luces y con su silencio e inoperancia le da un portazo a las ciudadanía.

En cuatro meses termina el gobierno de Luis Ugartechea, uno más en la suma, reitero, al paso del tiempo, y con ello son menos años para conseguir una ciudad “digna de vivirse”, porque detrás de la postal y de todo lo que implica ser patrimonio cultural de la humanidad, lo que se ve es sólo la soledad de las personas y la desolación de la ciudadanía, parafraseando con esto a la doctora Marcela Lagarde.

Queda claro, totalmente claro, Luis Ugartechea Begué aprendió la lección no es lo mismo un restaurante que un gobierno, quienes habitamos Oaxaca seguiremos pagando con creces la osadía de algunas personas y seguiremos siendo el blanco de su corrupción, no porque se haya robado dinero (eso todavía no lo sabemos), no porque haya desviado ese dinero (tampoco se sabe), sino porque simplemente dejó de hacer y de ejercer, se volvió una postal, un membrete, un ilusión.

Y ya que estamos hablando de la ciudad, me pregunto si el titular de Adosapaco, Sergio Pablo Ríos Aquino, estará dispuesto a tomarse unos buenos tragos del agua color tamarindo y fondo lodoso que cada semana (cuando bien nos va) envían a los hogares de esta ciudad, pomposamente llamada Patrimonio Cultural de la Humanidad y creo que en eso estriba la confusión, porque esta no es una ciudad museo es una ciudad habitada, ciertamente por humanos y humanas.

Esta visto y tenemos infinidad de ejemplos para demostrarlo: gobernar no es un oficio de tontos ni de personas aburridas, requiere cierta pasión y mejor propensión para cumplir, sólo y únicamente, con lo que la ley les mandata. No pedimos mas.
@jarquinedgar



Palabra de Antígona Igualdad y Poder



Palabra de Antígona
Igualdad y Poder

Sara Lovera
La desigualdad entre mujeres y hombres es uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo. Hace algunos meses en México se anunció que uno de los ejes rectores del Plan Nacional de Desarrollo del gobierno de Enrique Peña Nieto es el de género, esto es, que ese plan no podrá avanzar si no existen políticas inductivas, bien planeadas, sin simulación, para conseguir que de una vez por todas, sean las instancias rectoras del país, las que propicien, vía políticas públicas, la igualdad sustantiva.

Según la definición de Naciones Unidas y de expertas en el tema, como la prestigiada Paz López, se trata de razonar y entender que no basta con la igualdad formal o de derecho, como señalan en el país una docena de normas y leyes, sino que la igualdad sea de hecho, que pueda medirse por sus resultados. Aclara esta definición que no es suficiente con que las leyes, los planes, algunas políticas públicas y algunas acciones, pretendan asegurar la igualdad entre mujeres y hombres con contenidos muchas veces “neutrales” o discursivos, si en la práctica cotidiana se trata a las mujeres con desigualdad, expresada en su condición, en todos los rubros de la vida.

La tarea es gigante. Con frecuencia confusa y los resultados son tremendos. Es la desigualdad el signo de este país, que según el análisis de Porfirio Muñoz Ledo, ahora encargado de la reforma política en el Distrito Federal, estamos viviendo una situación extraviada, con una nación fragmentada que nos ha dividido y desposeído de un consenso básico que nos permita avanzar. Un escenario ausente de valores que prevalezcan en la conciencia ciudadana. Incluso con barruntos de degradación interna.

Muñoz Ledo es uno de esos raros especímenes que comprende claramente que no podría accederse a la democracia sin la igualdad entre hombres y mujeres, postura de toda su vida, en todas las épocas en que ha tenido poder, pero como cantidad de personas, no ha conseguido comunicar esta emergencia, que en resultados es descomunal: si sólo habláramos de violencia o si nos refiriéramos únicamente al trato que recibimos las mujeres en nuestro día a día, se vería que no somos tratadas como personas en igualdad, sino generalmente como excluidas y discriminadas. Como no personas.

Estamos en una crisis de Estado desde hace algunas décadas. Lo peor. Hemos perdido el sentido ético del colectivismo. Hoy podríamos recuperar buena parte del desperdicio humano – las mujeres- si nos sentamos a reflexionar en la necesidad de hacer un cambio profundo, cada persona, cada comunidad, cada ciudad, en todo el país, para propiciar el desarrollo de una nueva nación.

Hay violencia contra las mujeres en su vida cotidiana, (7 de cada 10),  pero hay discriminación femenina cuando se acercan a las instituciones, cuando pretenden hacer reales sus derechos, cuando participan en la vida pública, cuando hablan, cuando se organizan y ahora, en todos los espacios de la vida pública en los que aparecemos o concursamos o accedemos.

Es por ello quizá muy trascendente el mensaje que nos envían, uno: el Plan Nacional de Desarrollo, cuya posibilidad entrará en una primera evaluación el próximo 1 de septiembre, en que Peña Nieto nos contará que ha hecho en estos meses él y su equipo, a ver qué dice de la exclusión de las mujeres y también a ver que dicen  los legisladores que tienen tan abultada agenda y se resisten a entender que por ley, y por decoro, ya es hora que consideren a las mujeres como ciudadanas, estos  no atinan a jerarquizar reformas y políticas.

Una segunda cuestión son esos resultados que dan las elecciones recientes, donde las mujeres no obtuvieron los puestos de representación esperados, sobre todo en las elecciones municipales. Y donde todavía alegan y ponen obstáculos a cumplir con la ley y sus principios partidarios.

Y una tercera será cómo se construye de manera efectiva y sustantiva el Plan Nacional de Igualdad que está elaborando el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), el órgano rector de la política de género, fundado por la voluntad de las feministas y con una ley general indicativa para todos los niveles del Estado y todos los del gobierno. Lorena Cruz Sánchez, que preside esa institución llamó a discutir el Plan, habrá que ver si estamos o no haciendo uso de ese derecho a incluirnos positivamente. Por lo pronto en Inmujeres se desentraña la mejor forma de enfrentar la violencia contra las mujeres, el principal obstáculo para nuestro desarrollo.

El mensaje es claro. Hay una preocupación global, si vemos a Naciones Unidas por empujar sin simulaciones y palabras, a las mujeres para que lleguen a puestos de poder y pongan en juego su experiencia, su capacidad, su imaginación, para contribuir a resolver esta crisis económica global y nacional, que mantiene, principalmente a las mujeres, en graves condiciones de pobreza, de discriminación y lejos de una vida libre y feliz.

De ahí la importancia de la nueva Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, la señora Phumzile Mlambo-Ngcuka, de Sudáfrica. Ella dirigirá el trabajo de la ONU en favor de la igualdad de género y los derechos de las mujeres. Una mujer política, que sabe los entresijos de cómo gobernar.

Su hoja de vida es indiscutible: fue la primera mujer en ocupar el puesto de Vicepresidenta de Sudáfrica de 2005 a 2008. Integrante del parlamento en 1994 con el cargo de Presidenta del Comité de Servicios Públicos.  Viceministra en el Departamento de Comercio e Industria (1996-1999), Ministra de Minerales y Energía (1999-2005) y trabajó brevemente como Ministra interina de Artes, Cultura, Ciencia y Tecnología en 2004. También ocupó el puesto de Coordinadora de la Asociación Cristiana de Mujeres Jóvenes (1984-1986) y fue la primera Presidenta de la Organización de Mujeres de Natal, afiliada al Frente Democrático Unido, cuando se fundó en diciembre de 1983.

Ella es una exponente de la mujer moderna del mundo, una de quienes desean y pueden, con capacidad y experiencia, estar en el frente político de un país, sabe todo lo que una persona democrática y empoderada tiene que saber: creó la Fundación Umlambo en 2008 para prestar apoyo a las escuelas de áreas desfavorecidas en Sudáfrica mediante servicios de mentoría y asesoramiento para docentes y en Malawi mediante mejoras escolares con socios locales.

Además, para quien piensa que las mujeres no tienen esa carta de navegación que se exige, tiene un Máster de Filosofía en Planificación y Políticas Educativas por la Universidad de Ciudad del Cabo (2003) y una licenciatura en Educación por la Universidad de Lesotho (1980). En 2003, se le otorgó un Doctorado Honorífico de la Universidad de Western Cape.  A sus 58 años, tendría que ser una aliada en la reforma educativa de México y sus efectos en las niñas; en la economía de nuestros países donde las mujeres somos relegadas; en la vida diaria de millones de mujeres de los países pobres que mueren por asalto, por violencia de pareja, por dar a luz, por falta de alimentos, por hambre todo lo cual nos impide crecer y ejercer derechos. Esta es una buena noticia, se hizo cargo de ONU mujeres el pasado 20 de agosto.

Ojalá que en México y todas sus anunciadas reformas, las mujeres estuviéramos realmente consideradas. Para eso, y ahora que está en su fase más estridente, el cambio democrático de los medios de comunicación como dice la Constitución, realmente y no formal, sino de hecho, estas reformas pudieran tocar tierra y que los medios contribuyeran a la cultura de la igualdad y el respeto a las mujeres. Claro, me dirán, es una utopía, yo creo que se puede. Veremos.



A Reserva El magisterio oaxaqueño. Muchos dientes y poca ideología





A Reserva
El magisterio oaxaqueño. Muchos dientes y poca ideología

Bárbara GARCÍA CHÁVEZ
Casi del dominio popular es que la Educación es un derecho humano fundamental, inscrito en el artículo 3º constitucional; que debe ser pública, laica, científica y gratuita, ahora obligatoria desde párvulos hasta la preparatoria,  y que es el Estado el responsable absoluto de garantizar el acceso de todas y todos.

El resto ya no queda claro para la ciudadanía, menos para algún sector del profesorado y lo peor es que en otros casos tampoco para el gobierno: Que es la SEP la que está a cargo de ejecutar este mandato constitucional y se cumple en principio mediante la instrucción escolarizada que se imparte en las escuelas tanto las públicas como las privadas, -que solo adquiere la concesión del estado y deben suscribir su encargo íntegramente a la normatividad vigente en la materia-;  que dicha obligación está personalizada en las y los maestros quienes se obligan subsidiariamente a impartir los conocimientos inscritos en los planes y programas de estudio autorizados al alumnado en el grado que corresponda.

Hasta aquí encontramos ya algunos desfases con la realidad, pero se debe aclarar -rascando un poco en los documentos oficiales- que algunas de las prácticas que tanto molestan a la sociedad respecto del magisterio y que imputamos a su “desobligación” son norma autorizada desde las acciones gubernamentales de hace muchos años y que, ni duda cabe, que fueron promovidas o cuando menos aplaudidas por la cúpula sindical del SNTE y claro que la disidencia no objetó, preciso, la coordinadora a la que pertenece la Sección 22  en Oaxaca.

La referencia solo a un acuerdo suscrito con el No 96/12-07-82 firmado por el Secretario de Educación Pública, Fernando Solana, que establece la organización y funcionamiento de las escuelas primarias.

Solo algunos de sus artículos:
Artículo 2º.- Las escuelas de educación primaria son instituciones destinadas a proporcionar educación general básica, cuyo objetivo primordial es dotar al educando de la formación, los conocimientos, y las habilidades que fundamentan cualquier aprendizaje posterior, así como propiciar el desarrollo de las capacidades individuales y la adquisición de hábitos positivos para la convivencia social.

Artículo 3º.- Corresponde a las escuelas de educación primaria…V.-Desarrollar los contenidos educativos de modo que los conocimientos, las habilidades, los hábitos y las aptitudes que se adquieran, sean aplicables en la vida ulterior del educando.

Artículo 4º.-La educación primaria impartida en los planteles a los que se aplica este acuerdo, deberán ajustarse a las normas jurídicas y pedagógicas, contenidos, planes y programas de estudio aprobados por la Secretaría de Educación Pública.

En caso de que se requiera modificarlos para su adaptación a la realidad y necesidades culturales, sociales y económicas de la región en donde se ubique el plantel, se requerirá de autorización expresa de la Secretaría de Educación Pública, a través de la dirección o delegación general correspondiente.

Artículo 18.- Corresponde al personal docente… XVII.-Asistir puntualmente a la escuela, de acuerdo con los horarios vigentes, absteniéndose de abandonar sus labores durante el tiempo señalado.

Artículo 37.- Con objeto de establecer un orden disciplinario dentro del plantel, el director adoptará las siguientes medidas… III.-Vigilar la regular y puntual asistencia del persona a sus labores, comunicar por escrito sus inasistencias justificadas o no a las autoridades competentes, así como elaborar las actas administrativas en los términos de las disposiciones legales aplicables;

A saber, el cumplimiento hasta aquí es muy cuestionable, en cambio cuando se refiere a horas de trabajo, se cumple al pie de la letra. Verificando, a la letra dice:

Artículo 8º.- Las escuelas primarias se clasifican… VII.-Por su turno de trabajo:
a) Matutinas: escuelas cuya función docente es realizada de las 8:00 a las 12.30 horas.
b) Vespertinas: escuelas en que la función docente se realiza de las 14:00 a las 18.30 horas.

En teoría la educación es una práctica que tiene dos efectos: la capacitación y la formación. La práctica refiere a la labor que realizan agentes especializados sobre una materia prima (alumnado) con instrumentos adecuados. Estos agentes especializados son los y las docentes, encargados de transformar en sujetos adaptados a una determinada sociedad. La práctica educativa tiene como finalidad la capacitación y formación cuya finalidad es posibilitar dicha adaptación.

La capacitación implica la instrucción que sirve a las personas para desarrollar su inteligencia individual, transmite conocimientos y forma la razón. En cambio, la formación se refiere a la adquisición de actitudes, normas, valores, y un código ético y moral; forma la actitud para ver la realidad de una manera socialmente congruente, lo cual posibilita al alumno o alumna adaptarse a aquello que es normativo en una sociedad.

Entonces, ¿qué efectos produce la práctica educativa? En principio la posibilidad de reconocer el mundo y ubicar al sujeto en su realidad y contexto histórico desde el entendimiento reflexivo que le permita decidir su papel y desarrollo inmerso en su sociedad ; los y las  estudiantes tendrán las herramientas para competir en el campo laboral y productivo desde mejores posibilidades elegidas por sí mismo, adjudicanse en mayor medida su propio “destino”.

Por supuesto es innegable la visión moderna neoliberal globalizadora de la “educación y el desarrollo”, impulsada por organismos como la CEPAL y la UNESCO, que genera la expectativa que sostiene una relación necesaria entre la vorágine de cambios tecnológicos y la nueva organización del trabajo; condiciones de empleo y calificación de los recursos humanos.

Esta nueva visión, señala la necesidad de impulsar la transformación de la educación, aumentar el potencial científico-tecnológico de cada región con miras a la formación de una ciudadanía moderna, vinculada tanto a la democracia y la equidad como a la competitividad internacional.

La definición de las nuevas políticas educativas en México deben considerar  los factores económico y social, para introducirse en los desafíos del contexto internacional (revolución científico-tecnológica, globalización de los mercados) y la realidad diversa que permea en los contextos socio-económicos del país. 

Lo que es cierto y comprobado es que la educación debe ser una herramienta privilegiada para el cambio social y  la construcción de un México más justo, una forma eficaz para luchar contra la pobreza y construir igualdad.

Los estados más pobres del país mantienen la relación entre pobreza y educación en un círculo vicioso en la que uno y otro proceso se retroalimentan entre sí, provocando día a día como en una espiral descendente, mayores niveles de miseria. Pobreza, escuela de calidad deficiente y trabajo infantil, sumado a los déficits de la cultura de la pobreza de su medio familiar y social, integran una intrincada madeja, que empobrece a las personas, al sistema escolar y al propio sistema social.

Oaxaca la segunda entidad con mayor pobreza ocupa el segundo lugar de mayor rezago educativo en el país.

Hoy el magisterio oaxaqueño nuevamente abandonó las aulas al grito de no a la reforma educativa, una vez más ser maestra o maestro se define bajo los privilegios laborales y los acuerdos económicos a los que se han venido sumando los intereses políticos; no, no se trata de ideología ni de actitudes revolucionarias, en todo caso son absolutamente conservadoras.

Afirman que el plantel docente de Oaxaca y en consecuencia la estrategias educativa no es igual a los demás del país, ¿Cómo podrían ser iguales? Aquí, “somos pobres, indígenas, nos reclamamos revolucionarios, diferentes y por supuesto y claro de la Coordinadora, de la 22 pues…”

Haciendo nuevamente referencia al citado acuerdo 96, y solo por argumentar, al respecto se cita el Articulo 11.- La educación primaria y primaria bilingüe-bicultura que se imparta en los planteles dependientes de la Secretaría de Educación Pública,ubicados en las entidades federativas, será organizada, operada, desarrollada y supervisada por la Delegación General de la Secretaría de Educación Pública correspondiente, conforme a las disposiciones del Reglamento Interior de la propia Secretaría, a lo establecido por el presente ordenamiento y a las normas que emitan las Direcciones Generales de Educación Primaria y de Educación Indígena.

Claro que buena parte de docentes han dejado atrás la mística del apostolado, los postulados magonistas e incluso los del maestro rural Lucio Cabañas quien pensaba que “ser maestro es la forma de cumplir un deber social, de cumplir un papel altamente honroso en la vida, de llenar una misión con la humanidad, con los que vienen”.

Tal vez la reforma no sea lo mejor, pero del magisterio esperaríamos una lucha diferente, como dijo Paulo Freire…"La lucha ya no se reduce a retrasar lo que acontecerá o asegurar su llegada; es preciso reinventar el mundo.  La educación es indispensable en esta reinvención".

@BarbaraEGCH