domingo, 31 de agosto de 2014

Mujeres y Política ¡Se descarrila…!


Mujeres y Política
¡Se descarrila…!

Soledad JARQUIN EDGAR
Para que un ferrocarril no se descarrile necesita de manera elemental un buen maquinista o conductor de tren, una buena máquina y excelente estado de las vías. Cuando el tren empieza a tener fallas o el maquinista no es tan bueno como decían, es elemental pensar que se va a descarrilar. Ahora que si en el trayecto del tren hay “terroristas” y estos cometen un atentado entonces sí no fue culpa del maquinista sino consecuencia de las circunstancias.
Esto sobre el maquinista no tiene ningún otro sentido que seguir el planteamiento de Arturo Peimbert Calvo, presidente de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), quien afirmó que tanto particulares como servidores públicos “de distintas geometrías políticas, incluidos funcionarios que participan en la política doméstica de Oaxaca,
buscan desestabilizar,  a las instituciones y apuestan a generar encono de los gobernados hacia los gobernantes, en un intento claro por descarrilar el avance democrático, obtener de regreso sus antiguos fueros e imponer a nuestra sociedad el oscurantismo autoritario basado en la persecución, las desapariciones forzadas, el encarcelamiento y el asesinato por motivos políticos, en el que las únicas prerrogativas ciudadanas sean callar y obedecer”.
Sin duda, la de Peimbert fue una bella pieza de oratoria-informe, lleno de datos históricos y claro citas, entre ellas una de Marco Aurelio y casi al final otra de Marx Weber y para equilibrar también recurrió a la poeta, novelista y feminista Rosario Castellanos. De verdad un documento para leer detenidamente.
Pues bien, el descarrilamiento del que habló el presidente del DHHPO, es sin duda una llamada de atención, más que para el pueblo para el mismo gobernador Gabino Cué: el maquinista y ahí estaban servidores públicos y también particulares, seguramente algunos de los enemigos de la transición, según sus palabras. Yo tengo una pregunta ¿quiénes son los servidores públicos que intentan descarrilar el tren de la “alternancia”? Si no lo dijo en público ¿se lo habrá dicho al oído al gobernador?
Se sabe, ni duda cabe, que Peimbert es uno de los muy cercanos amigos de Cué, entonces seguramente no es la primera vez que hablan del tema, quiero pensar. Cué sabe quiénes son los “colaboradores” que le quieren descarrilar el tren, quiero imaginar. Lo que no entiendo a comprender es qué hacen en su gobierno.
De lo que hay certeza es que el maquinista no entiende, que tiene una dificultad verdadera para comprender que hay amigos desleales y que esos amigos desleales están ahí desde que llegó a ocupar la gubernatura, con lo que imaginó iniciaría un gobierno de transición, el 1 de diciembre de 2010. Porque ¿de qué otra manera nos podemos explicar tantas tragedias para Oaxaca?
Incluso reproduzco otro maravilloso párrafo, para que vean que más claro ni el agua cristalina que hay en las fuentes de El Llano:
“(…)la Defensoría enfrenta dos graves problemas relacionados con el quehacer de las instituciones y sus funcionarios. Uno de ellos es el cultural, pues por inercia muchas personas dedicadas al servicio público aún operan sobre la perspectiva virreinal que ve en el pueblo a los súbditos que deben acogerse a la palabra del gobernante. En ese sentido, es menester desmantelar la anacrónica mentalidad imperante para transformar el andamiaje funcional del gobierno, de toda la estructura gubernamental, con el fin de que opere bajo la perspectiva de los derechos humanos. Se requiere, entonces, un replanteamiento estructural de la gestión gubernamental en Oaxaca, situación que sin duda involucra un proceso que necesariamente será de largo plazo”. ¿Más plazos para aprender a respetar los derechos humanos?
“Este segundo año de trabajo de la Defensoría, Oaxaca estuvo inmersa en una permanente conflictividad social, que en muchos casos fue deliberadamente provocada, que ha derivado en violencia, en intentos por quebrantar la institucionalidad y que devinieron en violaciones a los derechos humanos, y también en el uso de la bandera de estos principios como recurso para minar el Estado de derecho. Nada hace tanto daño a la transición democrática como las conductas de quienes al interior mismo de la estructura gubernamental buscan minar este proceso para evitar que se consolide, para intentar abortarlo”.
Vuelvo a preguntar ¿Quién Peibert? Porque no ponerle nombre y apellido a los dichos, sería muy sano para la población oaxaqueña saber quiénes son esos deleznables provocadores que quieren descarrilar el “tren de la democracia”.
Es que tenemos algunos hechos visibles, inocultables, acciones públicas que nos revelan que sí hay intentos desestabilizadores como el jaloneo que se impulsa y se consiente desde la gubernatura local para entretener a un gremio bajo la promesa de que en Oaxaca la reforma educativa ¡No pasará!, como dicen los maestros. Pero esa creencia resulta vana, se requiere un milagro del tamaño como el arrepentimiento de Enrique Peña Nieto y de los 628 miembros del Congreso de la Unión de echar para atrás las reformas constitucionales y que en el próximo informe de Peña nada tenga que decir al respecto…Pero seamos menos ingenuos, eso no pasará. Son hechos concretos, ya sucedieron. En las manos del Legislativo local está el que Cué –y ellos mismos por supuesto- enfrenten la llevada y traída controversia constitucional.
Pero ellos, los maestros siguen “luchando”, es decir, cerrando calles, oficinas públicas, comercios, bancos, haciendo manifestaciones, plantones, mientras sus dirigentes, todos varones, “dialogan” con las autoridades. La lucha de los maestros se ha convertido en una pesadilla para quienes habitan en la capital y los principales municipios del Estado y no hay duda hay en sus acciones permanentes violaciones a los derechos humanos, no solo de la niñez sino de todo aquel o aquella que se cruce en su camino. Por cierto, de eso nada dijo Peimbert. Tampoco mencionó cómo a los trabajadores de la educación acusados de violencia sexual contra la niñez , la DDHPO pide que les respeten sus derechos laborales.
Hay en este “descarrilamiento” de funcionarios anónimos algo de lo que como seres humanos no hemos podido desprendernos: la corrupción y el verticalismo. En este gobierno de transición, hoy en vías de un descarrilamiento por falta de resultados a la ciudadanía no porque llegue un relevo interino, los negocios gubernamentales flotan como excremento en fosa séptica. Está al descubierto el contubernio entre el Secretario del Trabajo, Daniel Juárez López, que no sólo reparte dinero a su familia, dinero oficial, sino que además hace negocios, al parecer nada claros con otros servidores públicos, entre los que se menciona a un viejo lobo de mar, Gerardo Albino González. Cuarenta y veinte.
Otro caso concreto, de los muchos que son públicos y conocidos por inocultables, sucede en la Secretaría de Salud, cuyo titular Germán Tenorio Vasconcelos ha sido uno de los más beneficiados, no así las mujeres. El mismo Peibert mencionó algunos casos como las recomendaciones por las graves deficiencias en las que opera el hospital civil “Dr. Aurelio Valdivieso”, reventado a su limite como consecuencia de las fechorías y no precisamente de la mala atención del personal médico, que con lo poco que tiene cumple hasta donde es humanamente posible con su tarea de salvar vidas.
Pero no es el único hospital al que DDHPO le jaló las orejas, lo mismo pasó en el Hospital General de Tuxtepec por mala práctica médica  solo mencionó algunos a los casos de violencia obstétrica que han dado “fama” internacional al sistema de salud en Oaxaca, amén de las malas, malísimas, prácticas médicas.
Es decir, por un lado, el sistema de salud permite refaccionar y enriquecer sin límite alguno a los empresarios de las salud pero no atender con eficiencia, calidad y respetando los derechos humanos de las personas, en específico de las mujeres en el proceso de maternidad. Los resultados son ampliamente conocidos, insisto han dado fama internacional a Oaxaca.
Como es ya “costumbre”, las autoridades municipales (de varios municipios) fueron señalados como los principales “posibles responsables de violaciones a derechos humanos”. Sin novedad alguna le siguieron Procuraduría General de Justicia del Estado, la Secretaría de Seguridad Pública, el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, el Tribunal Superior de Justicia del Estado y la Secretaría de Salud. Es decir, los mismos de siempre y donde está claro nada han podido hacer ni los del pasado ni los transformadores y democráticos que hoy gobiernan Oaxaca.
Peibert quien tiene en qué entretenerse para no pensar en cosas malas como las que hacía cuando era “joven e inmaduro padre” debe aclarar lo que dice. Me encantaría, como a una gran cantidad de ciudadanos y ciudadanas, que le pusiera nombre y apellido a sus dichos, a ver si a él si escucha el hoy víctima de la transición política oaxaqueña y sus enemigos invencibles: Gabino Cué.
Por cierto a regañadientes la DDHPO envío apenas poco antes de que venciera el plazo el expediente de Yenifer Mirna Barroso Rodríguez, a la Comisión Nacional de Derechos Humanos quien atrajo su caso y quien interpuso un recurso de impugnación en contra del incumplimiento a la recomendación de la DDHPO por parte de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Oaxaca. Traducción: se trata de una manchita más al tigre. A ver si Alberto Esteva deja de andar por las ramas y pago los platos rotos de su antecesor, responsabilidad que hoy es suya.
De lo que nada se dijo como violación a los derechos humanos de las mujeres por falta de políticas públicas encaminadas a disminuir en lo posible el problema fue de los 319 feminicidios que han ocurrido desde 1 de diciembre de 2010 a la fecha, es decir, desde que tomó protesta Cué como gobernador hasta ahora.
@jarquinedgar