domingo, 26 de julio de 2015

Mujeres y política Todo se ve mejor con el tiempo

Un ejercito de títeres. Museo Nacional del Títere, Huamantla, Tlaxcala.












Soledad JARQUÍN EDGAR
En solo unos días “todo” cambió en Oaxaca. Qué exagerada.  
Ahora hay un reacomodo de cosas, hechos nuevos que “los aliados” no esperaban.  En lugar de turistas hay policías. Los hoteles están ocupados por gendarmes y pefepos. Una guelaguetza pasada por las armas, el temor, la idea de que algo malo, muy malo surca el impasible cielo oaxaqueño, que también el aire está resguardado.
En un pueblo donde crece la pobreza y no disminuye a pesar de las ideas alucinantes de los funcionarios, el Estado se da el lujo de seguir la política del despilfarro, que lo ha caracterizado, para complementar el show mágico-cómico, divertidísimo de simular la paz y la tranquilidad. ¿De verdad eso quería la población oaxaqueña?
En solo unas horas pasamos del viejo instituto de educación pública de Oaxaca a un nuevo instituto de educación pública de Oaxaca, ambos con minúsculas, uno probado y otro por probar. Luego no vayamos a salir con el dicho de que más vale más viejo por conocido que nuevo por conocer, pero como es el mismo nada más que renovado, bueno así dicen y nuestra obligación es entender.
De un día para otro, el gobernador Gabino Cué Monteagudo cruzó la línea. Para unos se convirtió en héroe, para otros en villano. Yo dejo todo al tiempo. Siempre es el tiempo el que nos da la mejor perspectiva para juzgar.
Por lo pronto se asoma la corrupción, salen las ratas de las alcantarillas que se tuvieron que abrir para mirar el daño en las cañerías del magno ex instituto de educación pública de Oaxaca. En realidad nada nuevo, el reacomodo confirmó lo que era una verdad conocida: el anquilosado ex ieepo es o era una enorme pista para aviadores…pero ¡Sorpresa, sorpresa! Ahí cobraban o seguirán cobrando, nadie sabe si ya terminó, más de un funcionario, más de un ex funcionario y hasta actuales diputados y diputadas.
¡Qué vergüenza! ¡Cuánto cinismo!
¿Lo sabía o no lo sabía Gabino Cué Monteagudo? Cuatro años y medio como titular del Ejecutivo y no se entera de lo que pasa en Oaxaca. Y si lo supo por qué permitir esta situación ¿Fue omiso? Por cierto ¿La negligencia se castiga en Oaxaca, en México? Pregunto por si las dudas, pregunto porque no conozco caso juzgado por la tibieza de un funcionario.
Qué Gabino Cué corrige una vieja falla, qué digo falla, la catástrofe de la educación pública en Oaxaca provocada por el afán bonachón del ex gobernador priista Heladio Ramírez López al ceder las riendas o parte de las riendas del ex ieepo a la Sección 22. Situación que sirvió para hacer del ex ieepo el nido de las aves de rapiña que saquearon y desfondaron la vida, el futuro de miles de niñas y niñas, generación tras generación.
Desgracia que continuaron, bajo el mismo signo, el que emplean los animales de rapiña, los ex gobernadores Diódoro Carrasco, José Murat y Ulises Ruiz y del que no quedó exento, por cuatro años y medio, el hijo putativo de más de uno de estos ex mandatarios. ¿Quién castiga la omisión en este país?
En esta danza de dinero estamos hablando de miles millones de pesos, que fueron tentación suficiente para crear una de las zonas más hediondos y más oscuras de las administraciones públicas. La madre de la corrupción letal que ha provocado la debacle de la educación pública.
No es difícil, entonces, imaginar cómo la inmundicia de la corrupción se pasó de un lado a otro y sirvió para repartir el botín entre unos y otros. Me refiero en específico a los dirigentes de la sección 22, todos varones, que se alimentaron de la carroña que les aventaron los buitres y que después compartieron alegremente en la misma mesa, lo que los convierte –una verdad conocida, insisto- a lo largo de estos más de 30 años en el otro brazo victimario de la educación, de la niñez.
Como decía mi abuela Lucha, no me vengan ahora con que a Chuchita la bolsearon y que no sabían lo que estaba pasando, porque eso lo podrán creer quienes no viven en Oaxaca, quienes no han sufrido en carne propia la paralización, el encierro, que resultan lo menos importante, sino el deterioro paulatino de la enseñanza pública. Quienes aquí estamos sabemos como masca el chicle la iguana.
Al tiempo, al tiempo.
Insisto, me parece injusto infundir temor en la ciudadanía al prácticamente crear un Estado policiaco y militar, al fomentar la polarización de las ideas, al confrontar a la ciudadanía que no acaba de cerrar la herida abierta desde 2006, tanto que aún se “investiga” a través de la Comisión de la Verdad, instancia creada por decreto de Gabino Cué. Insisto los carniceros de hoy serán las reses del mañana.
Policías hasta en la sopa ¿De verdad la gente se siente segura con los gendarmes y los pefepos? La historia general nos da otros contextos  y otras realidades. Deberíamos recordar algunos episodios como Tlatelolco, los golpes de estado en Sudamérica y África pero para qué ir tan lejos, bastaría desnaturalizar la violencia que vive México a raíz de la “guerra” contra la delincuencia organizada, con eso basta para mirar las muchas víctimas. ¿Quién nos asegura estar a salvo?
Basta con observar, los policías aún cuando vengan de la academia o de los mejores colegios militares, siguen viendo a las mujeres como cosas, y hay de aquella que pase junto a un grupo de policías o militares porque se expone a la risotada, a las palabras lascivas, a los pensamientos libidinosos y miradas lujuriosas. Son parte de los buitres.
Lo cierto es que el teatro guiñol sigue. Detrás de algunas de las marionetas locales, las que usted ya sabe, están las manitas pequeñas y el enano del circo mayor. Me refiero al títere de Gabino Cué y al titiritero de Emilio Chuayffet, detrás del cual, por cierto están otros, un teatro infinito, donde unos y otros se soplan al oído. De ahí que al leer las declaraciones del director de ex ieepo y director de nuevo ieepo, Moisés Robles Cruz, en una entrevista, sea motivo de risa, porque ahora sí engallado afirma que no está dispuesto a permitir lo que omitió hasta antes del pasado martes 21, cuando se hizo el anuncio de la desaparición del viejo ieepo. El último títere afirma que ya pasaron los tiempos en los que lo podían presionar, será que ya lo protege Chuayffet. Ahí están en el cajón listos para salir los otros títeres, la militancia de la sección 22 que tienen a su propio titiritero en su dirigente, Rubén Núñez.
Este lunes 27, es lunes de Guelaguetza, el show mágico cómico, que venden como una tradición local, también será lunes de megamarcha convocada por la sección 22, será además día de paseo para los polís que tal vez, no lo dude podrán estirar sus pies, hacer ejercicio con sus toletes. Ojalá y no.
Y para cerrar este capítulo de la “osadía gabinista” esta misma semana nombró una “junta directiva”  del nuevo ieepo, integrado nada más ni nada menos que por los mismos personajes, todos hombres, que componen el gabinete del mandatario. No hay sorpresas. Y como dice una amiga: “no pueden con su chamba y quieren hacer la de enfrente”, con eso es suficiente, para que decir más.
Feminicidio
Los 44 casos de feminicidios en este año y un acumulado de 395 en lo que va de la actual administración de Gabino, ha movilizado a las mujeres para demandar justicia y un alto al feminicidio. Es curioso, la vida de las mujeres no vale nada, no les importa ni les ocupa. Para prevenir esa violencia no hay dinero, no hay voluntad política y sí, otra vez, muchas complicidades, corrupción y omisiones.
Por si fuera poco, la protesta de mujeres resulta ofensiva para algunos medios de comunicación, donde mis queridos colegas, principalmente varones, ningunean el esfuerzo de las mujeres que se paran frente al gran público para hacer visible un problema real, que lamentablemente afecta a toda la sociedad. Me pregunto se sentirán ajenos quienes critican y menosprecian este tipo de esfuerzos, por cierto los únicos para denunciar la violencia contra la mujeres pero sobre todo, reitero, la falta de oficio de las instituciones.  
Y sobre la violencia no se puede dejar pasar lo sucedido este viernes en Juchitán de Zaragoza, cuando un grupo de mujeres afiliadas al PRD agredió verbal y físicamente a la vocal ejecutiva del Consejo Distrital del INE, Lorena Nava Cervantes. Las imágenes de la agresión son grotescas.
Son acciones que no se pueden permitir y no hay justificación alguna para aceptar y admitir la violencia contra las mujeres. La molestia viene desde el pasado 7 de junio, el día de los comicios, cuando se le acusó de un presunto fraude y por la noche se exhibieron fotografías de presuntos integrantes del PRI llenando las urnas que previamente habían sido retiradas para evitar que fueran sustraídas por integrantes de la Sección 22.
La noche del 7de junio, María Cruz Vásquez, candidata del PRD-PT, y del PAN, Concepción Rueda, ambas en el VII Distrito electoral denunciaron la supuesta intervención de Lorena Nava en el triunfo de la candidata del PRI.
Ese, todo indica, es el motivo que llevó a esa actuación denigrante de un grupo de mujeres  que obedeciendo a otros intereses golpearon, insultaron, trataron de quitarle la ropa a la funcionaria del INE ¿De qué se trata? Y muchas personas dirán ¿mujeres contra mujeres? Nos llevarán al paredón y seguirán creyendo firmemente en esa frase patriarcal que afirma que “no hay peor enemiga de las mujeres que las propias mujeres”. Pero no es así.
Las agresoras de Lorena Nava hicieron mal, muy mal, al obedecer un mandato que hoy pone en riesgo hasta su libertad, como autoras materiales de una agresión, a la que curiosamente estaban convocados medios de comunicación que lo grabaron todo. Hay evidencias.
Ese no es el camino. Lo reprobamos y lo lamentamos. Eso demuestra lo mucho que hay todavía por andar y que los gobiernos consideran no importante, como es la presencia de mujeres en la política. Ellas seguirán siendo extrañas y por tanto podrán ser vulnerables. Ellas seguirán siendo la carne de cañón de los partidos, como sucedió tanto con Lorena Nava, a quien difícilmente se le podrá perdonar su posible intervención en el supuesto fraude denunciado, y la actuación, otra vez, incalificable de las perredistas.
@jarquinedgar