domingo, 13 de septiembre de 2015

Mujeres y Política ¿Justicia?


Soledad JARQUÍN EDGAR
La frase “Pórtese bien” es una de las que se repite, en estos tiempos, a las y los periodistas mexicanos, según dijo el reportero gráfico Miguel Dimayuga, Premio Nacional de Periodismo 2014, (Proceso.com.mx 11/09/2014), luego de recibir su premio.
Sin embargo, ningún informador, hombre o mujer, que se precie de serlo puede ser bien portado ante cualquiera que tenga el poder. Por el contrario, pienso, quienes tiene que “portarse bien”, es decir, cumplir con el deber que les fue encomendado son las y los funcionarios que se sienten aludidos o afectados por la crítica periodística, como sucede en el México de los y las intocables. Porque no importa si son mujeres o son hombres, lo que importa es que nadie los moleste, aunque sean una pifias.
¿Qué sucede cuándo una o un funcionario no cumple, por negligente o por falta de capacidad con la encomienda para la que fue llamado? ¿Qué pasa cuando no tienen ninguna posibilidad de identificar actos de corrupción dentro de sus oficinas? Por un lado, los resultados siempre irán contra las y los usuarios de un servicio y, por el otro, estaremos frente a un claro acto de complicidad y corrupción. En ambos lo que hay es un grave retroceso, una permanente violación a derechos humanos.
De acuerdo con organizaciones no gubernamentales que acompañan casos de violencia contra mujeres eso es lo que está sucediendo en Oaxaca en las áreas de procuración de justicia, nada raro en este país. Y pasa de forma cotidiana y con mucha frecuencia cuando se trata de violencia contra las mujeres.
Después de examinar varios de estos asuntos, Rosario Villalobos, activista por los derechos de las mujeres desde hace unos treinta años, refiere que hoy más que nunca son patéticas las omisiones y la corrupción que se puede observar en “averiguaciones mal integradas”, filtración de información, filtración real a tal grado que el presunto responsable de un delito tiene tiempo suficiente de ir a su casa, hacer la maleta y perderse, y lo que ya conocemos como sistemático, el maltrato a las usuarias.
Por haber sido funcionaria en el gobierno de Ulises Ruiz y claro por su carácter, Villalobos Rueda es considerada como una mujer polémica, sin embargo, desde hace tiempo a través de MUGER, una asociación civil que creó hace algunos años, no ha quitado el dedo del renglón en casos específicos, lo que le ha permitido seguir de cerca la actuación de las áreas de procuración e impartición de justicia: como es la Subprocuraduría de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia por razón de Género (la Sub de Género) y el Centro de Justicia para Mujeres. La primera instancia a cargo de Ileana Hernández Gómez y la segunda de Jashibe Valencia. Así como la actuación de algunos jueces y juezas.
De igual forma, a lo largo de los últimos meses el pronunciamiento de otras organizaciones va en el mismo sentido que Villalobos Rueda, solo que otros organismos prefieren guardar “un perfil bajo” y no hacen pública la inconformidad. Pero como decía Lucha, mi abuela, cuando el río suena es que agua lleva. En algunas ocasiones, frente al gobernador Gabino Cué, representantes de organismos de la sociedad civil han cuestionado la actuación de quienes están al frente de estas instituciones, como sucedió cuando se plantearon los casos de feminicidio de dos jóvenes hace ya más de dos años. Hasta ahora nadie tiene respuesta alguna. Lo que nos lleva a suponer que claro que Gabino Cué sabe de lo que estamos hablando, a pesar de que frente a otras instituciones de este tipo del país o ante organismos internacionales pasen la supervisión aunque no rindan cuentas.
Pero todo indica que no, que no es como oficiosamente dicen que es. Aunque ahora eso de los “organismos internacionales” tendrá que comprobarse y bien, para que no salgan “como la representante de la amiga de un amigo que trabaja con un conocido en la ONU” y cosas por el estilo, como ya sucedió y que sin duda pasará a la historia como “una pifia de la política local”.
Recién una joven fue detenida por policías  municipales de la ciudad de Oaxaca, luego de que la muchacha llegara a casa de la mamá de su ex pareja en busca de su hijo, el cual había sido sustraído desde junio pasado mientras se encontraba en un centro comercial en la capital de Jalisco. La joven fue denunciada de protagonizar “violencia familiar”. Los policías detuvieron a la pareja y la llevaron ante la Sub de Género. Ambos estuvieron retenidos por 24 horas.
Por orden de un MP, el niño fue llevado a un albergue…pero no al albergue del DIF, sino otro sitio denominado “Fuente de vida”. Casualmente, revela Villalobos, este organismo es “propiedad” o está bajo la responsabilidad de una amiga de la mama de su ex pareja, quien sustrajo al pequeño de tres años desde la ciudad de Guadalajara. ¿Y el albergue del DIF, a´pa? Pues quién sabe. Lo que si se supo es que el papá del pequeño podía verlo cada que quería, no así la mamá, quien por cierto enfrentó por orden de la jueza del Quinto de lo Familiar una serie de periciales psicológicas dignas de una criminal, para ver si le devolvían a su hijo, condición por la que no tuvo que pasar el papá que sustrajo al menor.
Sin dinero, en tierra ajena y contra muchos posibles actos de corrupción, señala  la coordinadora de MUGER, la joven madre tuvo que aguantar y esperar que el autor intelectual y material de todo, finalmente accediera a presentarse ante el juzgado, lo que no hizo al menos en dos ocasiones. Cuando finalmente se le dio la gana se presentó, el 3 de agosto pasado, y fue para demandar la guarda y custodia del menor.
¿Qué pasó? Nada, tras cuatro meses de no obtener ninguna certeza y ser juzgada como si estuviera mal de sus facultades mentales o como si se tratara de una criminal y no de una mamá que luchaba por recuperar a su hijo, la joven desapareció de Oaxaca con todo y niño. Salió huyendo, sobre ella estaba la amenaza de su ex pareja, a quien por cierto ya había denunciado en Jalisco por violencia familiar y otras “curiosidades” de este joven sobreprotegido por su mamá, tanto que suponen repartió dinero a diestra y siniestra.
No conforme con todo lo que ha ocasionado, ahora circula en redes sociales dos fotografías, una de la mamá y otra del niño, bajo la leyenda: “Están desaparecidos si sabes de ellos favor de comunicarse a los teléfonos -----, cualquier información será de mucha ayuda”. Ojo, esa no es ninguna alerta oficial y lo que pretende es encontrar a la joven y a su hijo para continuar con esa historia patética de machismo y misoginia que lamentablemente ni el MP de la Sub de Género ni la jueza del Quinto de lo familiar pudieron detectar.
MUGER al menos logró que le devolvieran al niño sustraído y ha dejado al descubierto algo que resulta verdaderamente cuestionable, la irresponsable acción del Estado que opera con albergues infantiles dijéramos “particulares”. ¿Quién responde por la vida y la integridad de las y los niños en estos casos? ¿Acaso México no tiene suficiente con las historias como las ocurridas en el caso Casitas del Sur o La Casita, donde incluso llegaron a desaparecer niñas y niños, que presuntamente habían sido albergados ahí?
MUGER también ha enviado sendos oficios al Instituto Nacional de las Mujeres y al propio Instituto de Jalisco, así como al CLADEM Jalisco para que tomen cartas en este asunto, que la verdad da pie para pensar mucho en la flojera, el enfado y el cansancio que ya se refleja en actos de posible corrupción entre el personal de la Sub de Género y que no deben echarse en saco roto.
Pero ese no es, lamentablemente, el único caso.  Hay una serie de averiguaciones mal fundadas o mal motivadas de violencia familiar, violación sexual, abuso sexual…y todos los delitos que se pueden cometer contra las mujeres que los jueces y juezas con la mano en la cintura desestiman, incluso por el simple hecho de que las psicólogas del CEJUM se olvidan hasta de poner la bibliografía de los textos que consultaron para la interpretación de sus dictámenes.
Tal es el caso de un maestro de artes marciales de 53 años quien presuntamente violó a su alumna de 16. Además el maestro, tiene como “pareja sentimental” a una estudiante de 15 años. Por un lado la denuncia fue integrada a una averiguación previa ya que no se habían percatado que dicha denuncia seria requisito de procedibilidad de una carpeta de investigación, esto porque no se dieron cuenta en un inicio del oso que iban a cometer,  porque el caso debía ser juzgado mediante un juicio adversarial. Hecho del que fue informado primero la defensa del victimario y no de la víctima. Frente a esa circunstancia, la abogada Rosario Villalobos Rueda se pregunta ¿Quién le dijo? ¿Cómo se enteran primero los victimarios y no las víctimas? Mientras tanto, lo que sí es un hecho real es que el mentado maestro de artes marciales ya anda a salto de mata.
La verdad es que yo me pregunto ¿Cómo no se ha enterado de esto la propia Ileana Hernández y el propio Fiscal Héctor Carrillo?
Hay otro caso de violación donde casi le tienen que pedir disculpas al presunto responsable, luego de que para variar el Ministerio Público de la Sub de Género integró mal la averiguación (nada nuevo bajo el sol).
Sin duda, esto desalienta la denuncia. Es sumamente difícil tener la fuerza, el carácter, despojarse de todo para presentar una denuncia de esta magnitud, más aún cuando se trata de niñas o adolescentes. Por un lado se hace creer a las víctimas y sus familias que habrá justicia para ellas, sin embargo, no opera de esa forma. Por el contrario se encuentran a funcionarias y funcionarios soberbios, prepotentes y que se sabe a los cuatro vientos siguen pidiendo dinero para investigar, como en los viejos tiempos. Es decir, nada cambia, pese a las “acciones de capacitación” que dicen dar al personal que investiga en materia de género.
Eso sin contar que algunas psicólogas del CEJUM regañan y maltratan a las víctimas, las están apurando en sus narraciones, les modifican sus testimonios y les advierten que hay cosas que ni caso tiene que las digan o que no son importantes, cuando desde la visión jurídica sí son importantes.
Eso si, en el CEJUM se sigue creyendo que empoderar a las mujeres es pintarles la boca.
En suma, mientras en la Sub de Género hay cansancio, reitero, todo se deja en manos de un “segundo de abordo”, un señor que hace y deshace y para quien, de acuerdo con las víctimas, la justicia tiene un costo. Este personaje que hace las veces de MP también cuestiona a las mujeres y las regaña en lugar de hacer su trabajo y dejar de comportarse como el mayor filtro de la Sub de Género. Por ahí sale la información o por ahí se atoran las averiguaciones.
Al final nos queda más claro el panorama y confirma lo que de manera reiterada han planteado las organizaciones no gubernamentales, la justicia para las mujeres camina lentamente, y también camina para atrás. Lo que pone a las mujeres en total indefensión. Por un lado si son víctimas de violación como en el caso de las menores de edad todo se cae por averiguaciones mal integradas, pero si pelean la custodia de sus hijos y gritan más de la cuenta son detenidas por al menos 24 horas. Mientras sus hijos son puestos en manos de una asociación civil. Vaya responsabilidad del Estado Mexicano.
Y  todo esto ocurre, mientras en Oaxaca ya arrancó sin mujeres a la vista, la que será la contienda por la gubernatura en 2016. O sea, hagan lo que hagan, bailen, canten o regalen mezcal, todo seguirá igual porque en Oaxaca lo que menos importa son las mujeres.

@jarquinedgar