lunes, 23 de noviembre de 2015

Mujeres y Política Feminicidio: 456



Soledad JARQUÍN EGAR
La catástrofe del feminicidio no se entiende ni lo entienden. Por un lado, un porcentaje de la sociedad oaxaqueña, principalmente compuesta por mujeres, no comprende la falta de acción del gobierno frente al asesinato de mujeres, ni mucho menos se entiende que pretendan enmascarar la tragedia de 455 familias, y tal vez más, con tocadas y caminatas, que más que preocupación denotan una festividad que no existe.
Cierto que la conducta misógina-machista que muestra el feminicidio no depende solo del gobierno, pero la responsabilidad en la construcción de políticas públicas que contribuyan a la igualdad basada en el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres, entre ellos el consagrado en la ley que dicta vivir una vida sin violencia para las mujeres, es en gran medida  responsabilidad del gobierno que hoy encabeza Gabino Cué Monteagudo.
En mucho ayudaría la procuración de justicia efectiva, real. Qué cada asesino fuera detenido y procesado de acuerdo con las leyes, de manera pronta y expedita, sin necesidad de revictimizar a nadie. Parte que autoridades designadas por Cué le siguen debiendo a las mujeres: Instituto de la Mujer Oaxaqueña, la Subprocuraduría de Delitos contra la Mujer por Razón de Género, el Centro de Justicia para las Mujeres y, claro, el Poder Judicial, cuyos funcionariado sigue violentando a las víctimas y a sus familias.
De manera insistente, hemos planteado que se hace necesario invertir recursos públicos en campañas mediáticas efectivas que nos lleven, junto con el sistema educativo, ahora que dicen han retomado la rectoría, para la reeducación social desde la escuela, donde se enseñe a la niñez y la juventud que mujeres y hombres tienen el mismo valor, que las mujeres no son desechables.
Por mucho tiempo se ha insistido en que funcionarios y funcionarias aprendan para qué sirve la teoría de género, que entiendan por qué es importante la transversalización de la perspectiva de género en las políticas públicas y que lo aprendido se aplique, tanto en su trabajo como en su vida diaria, y también es importante considerar que es su obligación, así lo estipulan las leyes locales y la constitución y es obligación del Estado, si consideramos los tratados internacionales sobre esta materia.
Sin embargo, nada ha sucedido. Nada. En el Instituto de la Mujer Oaxaqueña la queja es la misma siempre: no hay recursos suficientes ni tampoco se tiene ningún poder ni de convocatoria ni de convencimiento para lograr los objetivos. Así, el funcionariado de esa institución se conforman con hacer ruido con poquito. Pero, la sorpresa mayor, es que reservan los recursos, tiran el dinero, para hacer tocadas y caminatas, ahora en colaboración con la Secretaría de Seguridad Pública.
Sin duda es muy importante la presencia y lo que dicen las expertas mexicanas e internacionales que viajan a Oaxaca esta semana para dar sendas conferencias, opiniones y sugerencias; hacer notas que vistan tanto al IMO como a instituciones académicas como el CIESAS y la UABJO, pero de nada sirve esa inversión si en contraparte, el gobierno oye pero no escucha, se luce y no aplica.
En Oaxaca, los datos oficiales son contundentes, muerden el alma, molestan, desgarran el viento apacible y el cielo azul de la entidad. El conteo ciudadano, elaborado por Consorcio Oaxaca, apunta que en diciembre de 2010, es decir, cuando ya era gobernador Gabino Cué, hubo un total de cinco asesinatos de mujeres.
En 2011, la cifra de feminicidios, como señala la propia autoridad, hubo otros 84; vergonzosamente en 2012 fueron 80; para el siguiente año 2013 otros 84; en 2014 la cifra se elevó considerablemente al llegar a 129. Datos oficiales tomados de la página web del gobierno estatal. Y recién esta semana, tras los anuncios de las festividades que realizará el gobierno para “conmemorar” el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, dijo a la prensa local que este año 73 mujeres fueron asesinadas. Y este viernes, otra joven mujer fue asesinada en Juchitán. Si sumamos todas estas cantidades tendremos que en Oaxaca 456 mujeres han sido asesinadas.
Por eso es incomprensible y nos da mucha pena ajena la determinación de derrochar dinero para “celebrar” a la violencia, como podríamos concluir lo hará el gobierno de Gabino Cué Monteagudo.
No se entiende a Gabino Cué que “agobiado” por las dificultades políticas de la entidad, so pretexto de la eterna pobreza, el treintañero conflicto magisterial y las secuelas de las pésimas decisiones al designar a sus colaboradores, haya dejado de lado su obligación de velar por la libertad, la integridad y la vida de las mujeres.
Al actual gobernante le falta solo un año para terminar su gestión gubernamental, donde demostró el verdadero significado de ese dicho común y hasta corriente que aplicamos en México que dice: “le duró lo que al triste la alegría”. Gabino demostró su capacidad para hacer magia, desapareció toda esperanza de acabar con los lastres, con la corrupción, con la impunidad y claro con la igualdad.
El resultado de su pasó en estos cinco años revelan lo inoperante que resultó el gobierno de cuates y cuotas, como dicen otros opinólogos; donde fueron alquilados los servicios de políticos que renunciaron a su sangre tricolor y hasta fueron aceptados en los partidos políticos que se dicen de las izquierdas; de activistas que se volvieron burócratas bien pagados y del co-gobierno con una que otra asociación civil antes radical y que se mimetizaron con el poder y el placer que da gobernar.
Un gobierno que hasta hoy deja a varios miles de huérfanos, reitero, huérfanos y huérfanas de hijas, huérfanos y huérfanas de madres; soledades y desolaciones (parafraseando a Marcela Lagarde) provocadas por el feminicidio, y lastimosamente festejaran este 25 de noviembre con tocadas, caminatas y lecciones de feminismo que no se aplican, que no se aprenden, saliva y más saliva.
El 25 de noviembre es utilizado como estrellato mediático que se convierte en una plataforma política para funcionarias de medio pelo que buscan, vía algunos partidos políticos, brincar a la siguiente ronda: las diputaciones locales. El mismo fenómeno que se aplica y ve desde ahora con las y los legisladores locales hacia las presidencias municipales y cuya carta de recomendación es violar los derechos humanos de las mujeres, la corrupción y el inexplicable enriquecimiento.
¿Sus nombres? No hace falta decirlos, consulte el directorio del funcionariado del gobierno local y de los 42 integrantes de la LXII Legislatura.
Contra viento y marea
A pesar de los obstáculos institucionales y las amenazas para evitar la protesta del movimiento amplio de mujeres por los ahora 456 asesinatos y la falta de justicia para las víctimas, la parada cívica va, contra viento y marea.
Este 24 de noviembre mujeres diversas se han organizado y llaman a la sociedad oaxaqueña para que se unan y lleguen este martes, entre las 12 y las ocho de la noche, al zócalo de la ciudad.
@jarquinedgar